¿Representa AMLO el regreso de la izquierda a América Latina?
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).– La noche del 1 de julio, una lluvia de felicitaciones de mandatarios y exmandatarios latinoamericanos cayó sobre Andrés Manuel López Obrador, quien con más de 30 millones de votos consiguió la victoria en las elecciones presidenciales de México.
Entre quienes celebraron su triunfo estuvieron los expresidentes Evo Morales, de Bolivia; el ecuatoriano Rafael Correa y Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, quienes formaron parte de una generación de líderes latinoamericanos que voltearon la brújula de sus países hacia la izquierda a principios del Siglo XXI.
La “ola o marea rosa”, como llamó el periodista Larry Rohter a este viraje ideológico hacia la izquierda, tuvo su auge gracias al boom de los commodities, es decir, el alza en los precios de las materias primas. Pero desde 2015 ha empezado a diluirse y los países de América Latina a regresar gobiernos conservadores, como Brasil, con Jair Bolsonaro .
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Para especialistas consultados por ADNPolítico, la llegada de López Obrador al poder en México —en un momento en el que países como Argentina, Chile o Brasil están regresando a la derecha— no es necesariamente un nuevo aire para la ola rosa, pues su triunfo se dio varios años después del inicio del movimiento y en circunstancias distintas.
“Creo que no es el comienzo de ninguna otra marea de ningún tipo, salvo una marea antipolítica tradicional o antipartidos de larga tradición”, dice el internacionalista Arturo Magaña Duplancher.
El hartazgo frente a la ideología
Los expertos señalan que la situación de México y otros países de Latinoamérica tiene que ver más con el descontento de los ciudadanos que con un cambio ideológico a la derecha o el regreso de la marea rosa.
Magaña Duplancher explica que las vueltas de timón se insertan en un contexto de hartazgo con la violencia, la corrupción y la desigualdad.
“(Iván) Duque en Colombia, Bolsonaro en Brasil, López Obrador en México, los líderes políticos en Chile... Todos tienen detrás una exigencia enorme de combatir la corrupción, no es una exigencia de cambiar dramáticamente la condición de todas las políticas públicas, sino más bien de volver a dignificar la actividad política”, observa.
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Con él coincide Iliana Rodríguez, académica del Tecnológico de Monterrey, quien señala que hay una crisis ideológica en la política y no se puede decir que un gobierno siga una u otra ideología, sino que actúa en función de sus intereses.
“A Andrés Manuel y Morena se le ha querido ver como un partido de izquierda; sin embargo, sus acciones hablan de un partido de centro. Lo que estamos viendo no es resucitar a las izquierdas o a la derecha, sino básicamente exacerbando al nacionalismo, donde lo que prevalece es una protección del interés nacional”, afirma.
Las causas del retroceso
Después de al menos una década de gobiernos de izquierda en América Latina, el continente volvió a virar. El triunfo de Mauricio Macri en Argentina, de Sebastián Piñera en Chile, pasando por Lenin Moreno en Ecuador hasta llegar Bolsonaro en Brasil, se percibió como un retroceso para la “marea rosa”.
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Rodrigo Salazar, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), señala la incompetencia de las administraciones como una de las causas del retorno de los gobiernos de derecha.
“Fueron gobiernos que no supieron administrar la buena fortuna que tuvieron con los precios altos de los commodities, no actuaron de una forma responsable para poder hacer frente a periodos de vacas flacas”, expone Salazar.
El Latinobarómetro 2018 advierte que la situación económica actual y futura de la región muestra una compleja demanda para los gobiernos nuevos y explica la baja aprobación de los regímenes en los últimos años.
“Los latinoamericanos han enfrentado un retroceso en su situación económica y esperan recuperarla con los nuevos presidentes”, señala el estudio.
Además de eso, escándalos de corrupción como el de Odebrecht —que salpicó a varios mandatarios de América Latina— fueron determinantes para que los ciudadanos optaran por gobiernos distintos al que los estaban en el poder, como sucedió con Kirchner o con Lula Da Silva y Dilma Rouseff, actualmente investigados por irregularidades en su gobierno.
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