#Crónica: Acompañado de Mireles, AMLO promete recuperar la paz en Michoacán

María Figueroa salió corriendo de su trabajo en el Hotel Imperial a las 2:00 pm en punto para llegar a tiempo al mitin de Andrés Manuel López Obrador en la Plaza de la Constitución.

Ni se quitó el uniforme verde claro, ni los zapatos de goma de suave que le permiten soportar las cargas y el andar de todo el día y de cuarto en cuarto en su modesto empleo de mucama.

“Es mi hora de comida y quería volar”, diría agitada, pero contenta de estar a unos metros del candidato presidencial de Morena.

“Es un honor, estar con Obrador”, “Presidente, presidente”, gritó todas la veces que pudo desde abajo del andamio, hasta que se armó de valor y se subió al temple de la prensa para grabar las últimas palabras del discurso del abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, que prometió “bajar los sueldos de los de arriba, para subir los sueldos de los de abajo”.

En Apatzingán, López Obrador llevó a cabo su segundo acto de campaña en su tercera visita al estado, donde ocurrió también lo que se esperaba desde la primera: se reunió con José Manuel Mireles Valverde, exlíder y fundador de los grupos de autodefensa, quien desde el municipio de Uruapan lo acompañó durante todo el recorrido.

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Mireles Valverde tiene en vilo su nominación a una diputación plurinominal que le ofreció Morena en el Congreso local.

Sin embargo, para él hubo también vítores, porras, entrevistas, aplausos. La gente lo reconoce, lo saluda y lo aclama.

López Obrador señalaría entonces que la gente que lo acompañará cuando llegue al gobierno –diputados y senadores– no van por el puesto.

"Quien quiera uno que se vaya al mercado. Nadie podrá ganar más que el presidente y yo ganaré menos de la mitad de lo que gana Pena Nieto”, dijo.

Prometió en este contexto “moralizar la vida pública del país” y “dar el buen ejemplo arriba, para que esto permee”, además de “abrir Los Pinos para que se purifique, el pueblo, el país se va a purificar”.

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También tocó el tema de la seguridad, sensible en estas tierras golpeadas hasta la fecha por la violencia, el crimen organizado y la pobreza.

Aseveró que la paz va a llegar a estas tierras para traer prosperidad y para ello prometió que los jóvenes estudiarán y que la gente tendrá trabajo.

En su discurso de casi una hora, el candidato de Morena presumió su ventaja en las encuestas y aseguró que a poco más de 20 días de la elección las encuestas lo colocan a 30 puntos arriba de su más cercano competidor.

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Al final del evento sonaría de nueva cuenta Silvio Rodríguez con su canción que casi se ha convertido en himno: “El necio”, y Andrés Manuel se despediría de Tierra Caliente con aplausos, con porras, con papeles bajo el brazo repletos de peticiones que prometió revisar y atender de llegar a gobernar.

Junto a Mireles Valverde y una nutrida comitiva de candidatos locales, López Obrador enfiló hacia Lázaro Cárdenas, su último punto del estado a donde prometió regresar antes del 1 de diciembre, “antes de ser presidente”.

Ya en el municipio de Lázaro Cárdenas, la presencia del exgobernador de Michoacán, Leonel Godoy, fue causa de rechiflas de un contingente de trabajadores mineros quienes lo acusaron de represión durante su mandato.