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Miguel Riquelme asume el poder en Coahuila tras un duro conflicto postelectoral

El priista se convirtió en gobernador luego de seis meses de litigios que cuestionaban su triunfo. Con su llegada termina la etapa de los hermanos Moreira en la entidad, pero no el control del PRI.
vie 01 diciembre 2017 12:41 PM
Nuevo gobernador
Nuevo gobernador Miguel Riquelme asumió el cargo en una ceremonia en el Congreso de Coahuila. (Foto: Facebook de Miguel Riquelme)

El priista Miguel Riquelme se convirtió este viernes en gobernador de Coahuila, luego de un conflicto postelectoral que se extendió durante seis meses en los que la oposición impugnó su triunfo en tribunales.

Los rivales de Riquelme lo acusaron de rebasar el tope de gastos de campaña y recibir apoyo del gobierno estatal, señalamientos que el PRI rechazó y finalmente fueron considerados infundados por los magistrados electorales.

Esta mañana, durante una ceremonia en el Congreso del estado, el ahora gobernador asumió el cargo en una ceremonia en la que aseguró que su victoria fue decisión de los ciudadanos y llamó a dejar atrás el ambiente postelectoral.

“La confrontación y la contienda política han quedado atrás. Durante el proceso siguiente a la elección, hubo quienes intentaron dividirnos. Yo siempre me mantuve respetuoso, confié en la voluntad popular, confié en el voto efectivo y en la solidez de nuestras instituciones. Esos que quisieron dividir a Coahuila se equivocaron, le apostaron a la discordia, quisieron sembrar odio y cuestionar lo que no les favoreció. Mientras ellos buscaron la división, la unidad siempre fue mi bandera”, dijo.

Con la llegada de Riquelme a la administración de Coahuila, termina una etapa de 12 años en la que los hermanos Moreira tuvieron el control del Poder Ejecutivo local —Humberto de 2005 a 2011 y Rubén de 2011 a 2017—, aunque se mantiene la hegemonía del PRI en el estado.

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La entidad es uno de los cinco bastiones históricos que conserva el PRI, junto con Campeche, Colima, Hidalgo y el Estado de México.

Se trata de estados que únicamente han tenido gobernadores priistas y donde, junto los otros gobernados por el partido, se espera que el tricolor aproveche su presencia para impulsar a su candidato presidencial el próximo año, cuando también habrá comicios para renovar ambas cámaras del Congreso federal y cientos de cargos locales, entre ellos nueve gubernaturas.

De la urna al litigio

Riquelme —exdiputado federal y local y exsecretario de Desarrollo Social con Humberto Moreira— ganó las elecciones del pasado domingo 4 de junio por sólo 30,860 votos. Según el cómputo final del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), el priista obtuvo 482,891 sufragios por 452,031 de su más cercano competidor, Guillermo Anaya, del PAN.

Lee: Cómputo final da triunfo a Miguel Riquelme en Coahuila

No obstante, Anaya y otros excandidatos, como el morenista Armando Guadiana y el independiente Javier Guerrero, rechazaron los resultados y aseguraron que la contienda tuvo tantas irregularidades que debía ser anulada para que se convocara a un nuevo proceso.

En particular, la oposición presentó diversas quejas en materia de gastos de campaña, en las que acusaba a Riquelme de haber rebasado el tope fijado por el IEC: 19.2 millones de pesos.

Durante los meses siguientes, las revisiones realizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) —responsable de fiscalizar las erogaciones de todos los candidatos del país— concluyeron que Riquelme sí superó el límite permitido, a raíz de su gasto en rubros como la producción de videos difundidos en redes sociales.

Sin embargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) terminó echando atrás los dictámenes del INE, argumentando que éste se había excedido en sus atribuciones. En consecuencia, los magistrados confirmaron el resultado y el estatus de Riquelme como gobernador electo.

Lee: El Tribunal Electoral confirma el triunfo de Miguel Riquelme en Coahuila

¿Con efectos en 2018?

El priista de 47 años asume las riendas de un estado que goza de desarrollo económico pero todavía sufre de problemas como la inseguridad pública. Y más allá de esto, la oposición advierte que los cuestionamientos sobre su triunfo afectarán el diálogo entre fuerzas políticas e incluso pueden influir en el proceso de 2018.

Después de la resolución del TEPJF que confirmó la victoria de Riquelme, el panista Guillermo Anaya consideró que el hecho deja un mal precedente de cara a las elecciones del próximo año.

“Las severas presiones del gobierno federal y del PRI lograron que el Tribunal Federal Electoral traicionara la voluntad de la mayoría de los coahuilenses”, señaló en un comunicado, en el que acusó a los magistrados de haber ignorado las pruebas presentadas en contra de Riquelme.

En tanto, el PRI festejó el fallo y aseguró que las instancias en la materia deben actuar del mismo modo el próximo año.

“Es importante que las autoridades electorales mantengan un clima de imparcialidad y certeza electoral en los comicios de 2018”, dijo en un comunicado el dirigente nacional priista, Enrique Ochoa Reza.

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