¿Por qué la Iglesia quiere ‘excomulgar’ a Graco Ramírez?
La polémica entre el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Abreu, y el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, llegó esta semana hasta los más altos mandos de la Iglesia Católica, quienes mostraron su apoyo total al prelado acusado de violar la Constitución por realizar actividades políticas.
El conflicto entre los implicados comenzó desde el año pasado, cuando el obispo comenzó a denunciar el clima de inseguridad en la entidad e incluso participó en marchas contra la violencia, y continuó hasta la semana pasada con un cónclave entre líderes sociales y políticos para evidenciar las omisiones del gobierno de Graco.
Dicha reunión en la que participaron el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Alejandro Vera Jiménez, entre otros líderes sociales y políticos, provocó el enfado del gobernador, quien ha señalado en diversas ocasiones que es víctima de un frente en su contra.
Aquí, un recuento del conflicto:
El origen del conflicto
El gobernador señaló que la aprobación de la ley sobre matrimonios igualitarios en Morelos, en junio de 2016, intensificó la afrenta en contra de su administración. Sin embargo, fue desde principios del año pasado que Vera Jiménez y Castro se mostraron inconformes con la gestión del perredista.
Dos meses después de la aprobación, Ramírez Abreu pidió en la instalación del Consejo Consultivo del PRD apoyo frente a los ataques a su administración que hizo el prelado, luego de que éste participó en las caminatas por la paz en la entidad y permitió una reunión con líderes sociales en la catedral.
El partido presentó una acusación contra el obispo por violar la Ley de Asociaciones Religiosas. En respuesta, Castro aseguró en un video difundido en YouTube, que la reunión fue para escuchar a víctimas de la violencia, así como a maestros, campesinos, transportistas, y que él se quedó callado, lo que significa que cometió ningún delito.
La conformación del frente
A partir de esa primera reunión, se conformó un frente de diversos actores sociales y políticos en la entidad contra el gobernador morelense. Entre las acciones que solicitaron en ese momento estaba la salida inmediata de Ramírez Abreu.
El rector de la UAEM, Vera Jiménez, el obispo de Cuernavaca, el poeta y activista Javier Sicilia, formaron parte del Frente Amplio Morelense (FAM).
En ese entonces, el mandatario afirmó que era víctima de una confabulación por parte de fuerzas conservadoras que se oponían un gobierno progresista.
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Un bloque antiGraco
Luego de una aparente calma entre Ramírez Abreu y el obispo, el encuentro de la semana pasada entre líderes opositores del gobernador de Morelos generó otra confrontación entre el obispo y el mandatario estatal que escaló hasta la Arquidiócesis y la secretaria de Gobernación.
Castro convocó el jueves pasado a políticos, académicos y líderes sociales a construir un bloque opositor contra la impunidad en Morelos en el que participaron el senador de Morena, Rabindranath Salazar, el alcalde de Cuernavaca, el rector de la UAEM, y el panista Javier Bolaños, quien busca contender por la gubernatura de la entidad.
En la reunión, los presentes mostraron sus diferencias con el gobernador y acusaron que Ramírez Abreu busca imponer a su hijastro Rodrigo Gayosso, presidente del PRD en Morelos, como candidato al gobierno del estado en 2018.
Los dimes y diretes
El mandatario acusó que la “Conspiración de la Corregidora”, como llamó al encuentro de sus opositores, está liderada por el obispo debido a la aprobación de los matrimonios igualitarios y la encubre con temas de seguridad.
Ve: Morelenses piden la renuncia del gobernador Graco Ramírez
Dijo también que el prelado conspira contra él debido a que fue involucrado en el escándalo de los mayordomos de Tepalcingo, quienes denunciaron que la Diócesis de Cuernavaca, encabezada por Castro, hizo un negocio millonario con un festejo religioso, y porque se dice que mandó a construir una cancha de tenis con 75 millones de pesos que supuestamente le dieron diputados del PRI en 2015 para arreglar la catedral.
“Lo exhibo en esa situación, le hago ver que está en un error, hablo con él porque me ha generado un tema de ingobernabilidad y de violencia que no voy a permitir que se dé, y entonces está molesto porque se siente perseguido”, dijo Graco en entrevista con Joaquín López Dóriga.
Por su parte, el obispo Castro afirmó que él no se mete en política y que convocó a los participantes en la reunión para unir a todos los interesados por Morelos a trabajar por la entidad, pero como no está de acuerdo con el gobernador es perseguido.
“Yo solamente convoqué a la gente que sé que ama a Morelos, y por eso desde su punto de vista, y convocarlos para el bien común”, dijo en entrevista radiofónica al negar las acusaciones sobre el tema de los mayordomos y la cancha deportiva.
La Iglesia y Segob intervienen
Luego de las declaraciones, Matías Quiroz, secretario de Gobierno de Morelos, aseguró que el prelado está violando el artículo 130 constitucional por lo que buscarán hablar con la Conferencia Episcopal Mexicana y El Vaticano para que Castro se apegue a sus principios católicos.
Además, el delegado de la Secretaría de Gobernación (Segob) en la entidad, Gerardo Bernardo Cubría, dijo que se están revisando la actuación del obispo de Cuernavaca.
“La Secretaría de Gobernación no es omisa, se están evaluando las posiciones y oportunamente se estará actuando”, aseguró el funcionario, de acuerdo con una nota de La Unión .
En respuesta, la Iglesia Católica respaldó a Castro y aseguró que éste vive una verdadera persecución, una campaña de calumnias y de difamaciones.
El vocero de la Arquidiócesis, Hugo Valdemar, explicó en entrevista con Grupo Fórmula que al gobernador de Morelos no le agradó el apoyo del obispo a las manifestaciones en contra de la violencia y comenzó sus críticas, pero que éstas se intensificaron cuando se aprobaron los matrimonios igualitarios.
Valdemar también aseguró que el Artículo 130 señala que no se deben realizar reuniones con fines políticos ni hacer proselitismo en procesos electorales, que no es el caso de Cuernavaca, por lo que el obispo no está violando la ley y criticó la declaración de Cubría.
“Hay que esperar primero a que alguien ponga una demanda ante la Secretaría de Gobernación, es lo primero que se debe de hacer; y segundo, la Secretaría de Gobernación debe a analizar el caso con seriedad, con profundidad para ver si hay una violación. Pero no se puede salir a decir lo que dijo esta persona porque es un abuso”, refirió.