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A 10 años del asesinato de Marisela Escobedo, persiste impunidad en feminicidios

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos notificó este año al Estado mexicano la denuncia en su contra por el feminicidio de Rubí y el asesinato de su mamá, Marisela Escobedo.
mié 16 diciembre 2020 03:31 PM
MÉXICO, D.F., 02FEBRERO2011.- Culminó el mes de luto en la representación de Chihuahua, ubicado en la calle de Río Panúco en la colonia Cuauhtemoc, esto en protesta por el asesinato de Marisela Escobedo, activista quien pedía justicia por el homicidio de su hija Rubí Marisol a manos de su novio, además de la muerte de la activista Susana Chávez, los manifestantes retiraron la cruces rosas que habían colocado por estos feminicidios, sin señalar que las protestas pacificas para exigir justicia continuarán. 
FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM
Marisela Escobedo fue asesinada el 16 de diciembre de 2010 frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, luego de dos años de exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí.

El 16 de diciembre de 2010, después de recibir un balazo en la cabeza, el cuerpo de Marisela Escobedo caía inerte frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua tras dos años de activismo y lucha ante un Estado insensible e ineficaz ante el feminicidio de su hija.

Diez años después, el caso sigue siendo un símbolo que visibiliza la violencia machista en un país donde son asesinadas, en promedio, más de 10 mujeres al día.

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Rubí Marisol Frayre Escobedo fue asesinada en 2008 en Ciudad Juárez, Chihuahua, por su pareja, Sergio Rafael Barraza. En ese momento, Marisela Escobedo inició una travesía para lograr justicia, en un caso que llegó a un trágico desenlace.

El entonces sospechoso fue detenido y sometido a un juicio oral después de que confesara la autoría del crimen y señalara el lugar donde se ubicaban los restos de Rubí. Sin embargo, se le declaró inocente; la noticia se convirtió en un escándalo.

El llanto de Marisela tras conocer la sentencia llegó por aquel entonces a traspasar las fronteras nacionales, pero fue con el estreno en Netflix del documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, en el que se recoge la historia del activismo de la madre de Rubí, los escollos con los que se encontró y su propio asesinato en 2010, que la historia resurgió y se hizo viral.

Tras el juicio oral, la madre de Rubí dejó su trabajo e inició una ardua labor para que Barraza fuese llevado a juicio de nuevo, pero los gobernadores José Reyes Baeza Terrazas y César Duarte, hoy acusado de corrupción y preso en Estados Unidos a espera de extradición, le dieron largas en todo momento.

Totalmente ignorada, Marisela Escobedo se instaló frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, por lo que recibió diversas amenazas de muerte, avisos que se cumplieron con su asesinato, un día como hoy hace 10 años.

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En octubre de 2012, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE) detuvo a José Enrique Jiménez Zavala, un líder pandillero al que presentó como el asesino de Marisela, algo con lo que la familia rechazó, pues señalaba directamente al hermano de Barraza como autor del crimen.

Finalmente, tanto Jiménez como Barraza murieron: uno en su celda asesinado por otro reo, y el otro en un enfrentamiento con el Ejército mexicano.

Gabino Gómez, coordinador de área de personas desertoras del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), conoció a Marisela después del juicio oral por el caso de Rubi, momento a partir del cual hubo acompañamiento permanente para ella y después para la familia que se encuentra exiliada.

"Estuvimos con ella en todos los momentos que estuvo en la ciudad de Chihuahua o cuando pasaba rumbo a Ciudad de México en sus investigaciones y protestas. La acompañamos hasta el día que la asesinaron, ese día estuve allí con ella por la mañana, en el plantón", contó el activista en entrevista con Efe.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) notificó en noviembre de este año al Estado mexicano sobre la denuncia en su contra por el feminicidio de Rubí y el asesinato de Marisela, dándole tres meses a para remitir sus observaciones; es decir, hasta febrero próximo.

De acuerdo con Gómez y con la coordinadora general del Cedehm, Ruth Fierro, "el documental que recientemente se publicó en Netflix viene a posicionar nuevamente y a dar un impulso al caso que ayudó a que la Comisión Interamericana adelantara un poco los plazos".

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Avances insuficientes

Los avances en torno al caso son todavía insuficientes y reflejan la ineficacia de un sistema judicial trunco que, a pesar de los progresos legislativos y formales, sigue contando con una impunidad del 99% que deriva en más de 10 mujeres asesinadas, 40 violaciones y 500 denuncias por violencia familiar cada día, según datos oficiales.

"La importancia de este caso es porque sigue siendo una realidad. El caso de Marisela refleja cómo funciona en general el sistema de justicia para las víctimas en este país y en particular para las mujeres", consideró Fierro.

Con ella coincide Blanca Juárez, periodista feminista integrante de la red Políticamente Incorrectas, quien señala que este caso es un ejemplo de una historia que se repite y se repite a lo largo de los años.

"Por un lado es lamentable que tengamos que recordar estos aniversarios, pero lo que nos queda es retomar fuerza de eso, de esas cenizas y volver a prender el fuego", comenta.

La periodista aseguró que, además de las alarmantes cifras, lo más significativo es la brutalidad de este tipo de crímenes. "No suficiente con quitarles la vida, está la manera en que lo hacen, la manera en que se despojan de los cuerpos para quitarnos la dignidad", dijo.

Fierro destacó que algunas cosas han cambiado desde entonces, ya que "hay protocolos para juzgar con perspectiva de género", pero todavía existe una enorme brecha entre lo que está escrito y la realidad.

México, señala, está lleno de "Mariselas" a las que nadie escucha y nadie ofrece respuestas. Pero ante eso, la sociedad civil y las mujeres feministas adquieren cada vez más protagonismo en la agenda informativa, logrando en muchos casos hacer el trabajo al que no llegan las autoridades.

"Ante eso seguimos organizadas de una u otra manera. La sociedad civil y el movimiento feminista han ido creciendo y han trascendido cada vez a generaciones más jóvenes que están conociendo sus derechos en un proceso de entenderlos y exigirlos", expuso.

El caso de Marisela Escobedo y su hija Rubí se asume ahora como una demostración de la ineficacia del sistema judicial y reflejo de la ola descontrolada de violencia que sacude México, pero también se ha vuelto un icono y motivación para que la lucha no termine hasta que se haga realidad el lema "Ni una más".

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