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Tráfico de armas, el tema urgente de abordar en el encuentro AMLO-Trump

La entrada ilegal de armas a México está correlacionada al incremento de la violencia, sin embargo, especialistas descartan que el presidente López Obrador quiera incomodar al anfitrión del encuentro.
mié 08 julio 2020 09:14 PM
Varios vendedores del sur de Florida dijeron que subieron las ventas de pistolas y fusiles de asalto en los últimos días. (Foto: Getty Images)
INGRESO. Cada año, se calcula que ingresan 200,000 armas ilegales a México, de las que el 70% proceden de Estados Unidos.

En el operativo fallido para cumplimentar una orden de captura y extradición contra el hijo de Ovidio Guzmán Loera y en el atentado al secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, el crimen organizado mostró su capacidad de fuego.

Un fusil Barrett calibre .50, capaz de derribar un helicóptero, fusiles de asalto AK47 y AR-15, bazucas, ametralladoras SAW 5.5 o granadas de 47 milímetros, son parte del armamento en manos de grupos delincuenciales y que está estrictamente correlacionado con el aumento de la violencia de México.

Y aunque es un tema urgente para México, éste no es un tema que se tenga contemplado tocar en el encuentro que el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá este miércoles con su homólogo, Donald Trump.

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Expertos consultados consideran que, en el primer encuentro presencial entre ambos mandatarios, el tema de tráfico de armas debería ponerse sobre la mesa, porque sin la voluntad de Estados Unidos, seguirá ingresando legal e ilegalmente armamento de alto poder por la frontera norte de México. Sin embargo, el presidente López Obrador ha insistido que en su viaje, el diálogo versará principalmente en la celebración de la entrada en vigor del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, se calcula que cada año ingresan ilegalmente más de 200,000 armas a México, de las que el 70% proceden de Estados Unidos; mientras que el otro 30% son traídas desde países europeos. Del armamento que ingresa por la frontera norte de México, se tienen identificados cuatro puntos:

  • Tijuana- San Diego
  • El Paso- Ciudad Juárez
  • Laredo – Nuevo Laredo
  • McAllen – Reynosa
  • Brownsville-Matamoros

El ingreso ilegal de armas a México ha impactado fuertemente en la violencia. Tan solo en 24 años, han muerto intencionalmente más de 275,000 personas por arma de fuego.

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El crimen organizado ha demostrado en varios episodios su capacidad de fuego. El 1 de mayo de 2015, el Cártel Jalisco Nueva Generación derribó un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, para lo que utilizó un RPG-7, un lanzacohetes de fabricación rusa y que fue fabricado para destruir tanques.

En el operativo de Culiacán en octubre pasado, el Cártel de Sinaloa, también se pudieron ver armas de alto poder como Browning M2 calibre .50, un rifle Barret .50, una gran cantidad de fusiles de asalto AR-15, AK-47 y armas cortas de 9mm, armamento similar al utilizado en el ataque al secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch.

Para intentar frenar el ingreso ilegal de armas, que contribuye a que el crimen organizado mexicano sea cada vez más violento, el gobierno de México y el de Estados Unidos lanzaron en diciembre pasado el Operativo “Frozen” y crearon un grupo contra el tráfico de armas del Grupo de Alto Nivel de Seguridad, ello luego de que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el de Seguridad, Alfonso Durazo, solicitaron a Estados Unidos trabajar conjuntamente tras el operativo fallido en contra el hijo de El Chapo, en el que el crimen mostró su capacidad de fuego.

A seis meses de la puesta en marcha, aún el gobierno federal no ha presentado un reporte para saber los avances de "Frozen" y si la pandemia detuvo los encuentros quincenales que se habían propuesto entre ambos grupos para sellar las fronteras.

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La respuesta del actual gobierno federal para decomisar armas ha venido en descenso. Mientras en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, la Fiscalía General de la República y las Fuerzas Armadas incautaron 270,168 armas, en promedio 1,876 al mes, con Andrés Manuel López Obrador se decomisan alrededor de 754 por mes.

El profesor del Colegio de la Frontera Norte, José Andrés Sumano, aseguró que, aunque se cuenta con la tecnología para detectar el ingreso de armas, no se tiene la capacidad para detener el trasiego de armamento.

El académico, cuenta que en 2019 le tocó cruzar la frontera entre México y Estados Unidos unas 300 veces, de las que solo una vez le tocó una revisión en buscaban armas ilegales.

Entiendo que no se puede revisar a todo mundo, pero tampoco se está utilizando la tecnología disponible por la cantidad de gente que atraviesa la frontera”.
José Andrés Sumano, profesor del colegio de la Frontera Norte.

Sin embargo, no todo se le atribuye a la falta de uso de la tecnología, de acuerdo con el investigador, gran parte de los inspectores fronterizos no se sienten seguros de realizar su trabajo. “Si el secretario de seguridad de la ciudad de México no está seguro, mucho menos ellos”.

También llamó la atención en que los esfuerzos de los gobiernos de ambos países se concentran en cruces legales, sin embargo, hay otro territorio controlado por el crimen organizado, por donde a diario pasan armas.

No incomodar al anfitrión

Para el presidente del presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, José Antonio Orteaga, en la visita del presidente López Obrador a Estados Unidos debería abordarse el tema del tráfico de armas ilegales, porque el ingreso de este armamento ha empoderado al crimen organizado.

Hay dos factores que están incidiendo en la gravísima violencia que tenemos en el país, y uno es el tráfico de armas que está a todo lo que da porque no hay control ni del lado de Estados Unidos ni del lado mexicano y la falta de voluntad política del poder ejecutivo federal para enfrentar a las milicias privadas de los grupos criminales que son las que utilizan este armamento pesado”.
José Anotnio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

Con él coincidió, José Andrés Sumano, pues dijo que el tráfico ilegal de armas ha impactado fuertemente en la violencia en México, sin embargo, consideró que el mandatario mexicano no lo tocará porque quiere mantener la mejor relación con Donald Trump.

“Le preocupa mucho la reacción que pueda tener el presidente, no va a hacer ni decir nada que lo pueda provocar, entonces no va a tratar el tema, aunque debería de ser tratado, es un tema fundamental”, destacó.

Un día antes de partir a Washington, el presidente López Obrador dijo que el tema de armas es un asunto permanente en la agenda binacional y no aclaró si sería tema del encuentro.

“Se trata eso en la relación bilateral constantemente (...) se le está siguiendo la pista a esas armas para ver quiénes son los que las están vendiendo en Estados Unidos”, destacó.

El eterno pendiente

Pero el tema del tráfico de armas de alto poder no es nuevo, por lo menos se remonta a 2004, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush eliminó la prohibición para vender fusiles de asalto y armas semiautomáticas.

“El incremento de armas de Estados Unidos hacia México y la presencia de armas de cada vez más alto poder en manos del crimen organizado empieza a partir a partir de que Bush decide no renovar la prohibición de venta de armas de asalto que se había mantenido durante la gestión de Clinton”, comentó José Andrés Sumano.

De esto tomaron nota los grupos del crimen organizado, y cuando en México se declaró la guerra a los cárteles, se incrementó la demanda de armamento, cada vez de más alto poder.

Fue justo en 2006 cuando en el entonces gobierno de Felipe Calderón, puso en marcha el operativo “Rápido y Furioso”, en el que se introdujeron más de 2,000 armas de Estados Unidos hacia México con chip para rastrearlas y poder identificar a los responsables del tráfico de armas que presumiblemente llegarían a manos de narcotraficantes.

El hoy expresidente Felipe Calderón ha negado que su gobierno haya dado autorización para el ingreso de esas armas. Por ello, el presidente López envió una nota diplomática al gobierno de Estados Unidos para solicitar información del operativo “Rápido y Furioso”.

“Estamos ante un caso delicadísimo porque se está reconociendo de que hubo una intromisión ilegal, violatoria de nuestra soberanía por un gobierno extranjero, en el caso de que no existiera o existiese cooperación. Entonces, si ya sabemos esto de parte del expresidente (Felipe Calderón), pues vamos a mandar una nota diplomática al gobierno de Estados Unidos. Queremos informe sobre este caso, que informe el Departamento de Justicia”, dijo el mandatario federal en mayo pasado.

López Obrador ha defendido que en su administración no se han hecho tratos en lo oscurito para permitir el ingreso de armas, sin embargo, en su primera reunión frente a frente con Donald Trump, dejará pasar la oportunidad para abordar ese trasiego que empodera cada vez más a la delincuencia organizada y que ha generado que en su primeros meses de gobierno sumen ya más de 31,000 los muertos por arma de fuego, más la mitad de los homicidios dolosos en lo que va de su administración.

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