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Los números del COVID-19 en México ¿cómo han cambiado las estimaciones?

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell dio una nueva fecha para el fin de la pandemia del COVID-19: podría extenderse hasta abril de 2021 debido a la temporada de influenza.
vie 29 mayo 2020 12:25 PM
COVID-19
El 27 de febrero el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señaló que de acuerdo con estimaciones y experiencias internacionales, la tercera parte de la población mexicana podría estar infectada de COVID-19, aunque no enferma.

Conforme ha avanzado la epidemia de COVID-19, las estimaciones de casos y decesos, así como las fechas de picos de contagios, han tenido variaciones desde el inicio de la estrategia para enfrentar la crisis sanitaria por el virus SARS-CoV-2.

En la antesala de la confirmación del primer caso importado de coronavirus en México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, estimó que la tercera parte de la población podría estar infectada, aunque no enferma, es decir, alrededor de 75 millones de personas.

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“Hay estimaciones (de) que podría estar infectada el 70% de la población. Vamos a redondear que México tenga 130 millones de habitantes, por lo tanto estaríamos hablando de 76-78 millones de personas infectadas, y de los infectados, cerca de 10 o 12% podrían tener síntomas, 8 a 10 millones con síntomas, y de 2 a 5% con enfermedad grave, puede ocurrir completamente; claro pudiera haber muertes”, dijo el pasado 27 de febrero.

Respecto a los decesos, cuando la información en ese momento reportaba una tasa de letalidad de entre el 2.1 y 3.7% –actualmente es de 6.3%–, López-Gatell consideró que esta era en promedio de entre un 2.4 y 2.6%, por lo que significaría unas 12,500 defunciones.

Esa estimación fue retomada a finales de mayo, cuando durante una reunión con senadores, recordó que podría haber hasta 30,000 fallecimientos por COVID-19, cuando previamente, el 23 de abril, en una entrevista con Efe, había expresado que serían entre 6,000 y 8,000 decesos.

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Así han cambiado las estimaciones

En esa conferencia de prensa del 27 de febrero, López-Gatell enfatizó que México no tenía aspiración de “contener el traspaso del agente infeccioso” sino a “mitigar” el daño , y explicó que dependiendo de cómo avanzara la epidemia es que se irían tomando las medidas sanitarias, incluyendo el distanciamiento social, la cancelación de eventos masivos y la suspensión de actividades no esenciales.

Desde entonces, el director de Epidemiología, José Luis Alomía, comentó que entre la fase 1 (casos importados) a la 2 (transmisión comunitaria) podrían pasar hasta 40 días, mientras que de la segunda a la fase 3 (con miles de casos), hasta dos semanas.

No obstante, del primer caso oficial, el 28 de febrero, a la declaratoria de la fase dos anunciada un día después del arranque de la Jornada Nacional de Sana Distancia , transcurrió menos de un mes.

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250,000 enfermos y 10,500 de gravedad

El 17 de marzo, el director general del Centro de Programas Preventivos de Control de Enfermedades, Ruy López, explicó que con base a una tasa de ataque de 0.2%, que se había visto en China, alrededor de 250,000 pacientes presentarían la enfermedad, de los cuales un 70% requerirían atención, es decir 175,459 personas.

López- Gatell explicó que de este universo de 175,000, un 80% de estos pacientes tendrían una enfermedad leve y, por lo tanto, puedrían seguir su tratamiento de manera ambulatoria, es decir aproximadamente 140,000; 14% de ellos requerían hospitalización, pero sin un estado crítico que lo lleve a una unidad de terapia intensiva y estos serían aproximadamente 24,564.

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Un día después, comentó que habría 10,500 pacientes de gravedad durante toda la temporada, que estimaban alrededor de 12 o más semanas, dependiendo de qué tanto lograran “aplanar y alargar” la curva. “Lo que hemos calculado es que tal vez en un escenario o de los peores escenarios, tal vez podemos pensar que más o menos entre 1,500 y 1,800 pacientes puedan estar hospitalizados”, dijo en conferencia.

Junio, el máximo de casos

El 13 de abril en entrevista con Radio Fórmula, el subsecretario López-Gatell explicó que especialistas en epidemiología matemática del equipo de Salud federal habían analizado la evolución de la pandemia, y aunque esperaban un impacto positivo de las medidas de distanciamiento social que implicaría un ajuste a los cálculos, la predicción original era que el máximo de casos sería en junio y comenzarían a bajar entre julio y agosto, prolongándose la existencia de la pandemia, aunque ya en declive, hasta octubre.

“Yo espero que esto se desplace rumbo al final de abril o principios de mayo, por lo tanto, el retrasar el momento de ascenso acelerado de la curva epidémica nos va a llevar a que, aproximadamente en junio, sea el mes donde tengamos la mayor cantidad de casos, incluidos los que necesitan hospitalización”, aseguró.

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Luego insistió en que habría que preparase para “una epidemia larga” que probablemente se iba a prolongar a julio y ya rumbo al final de julio, empezaríamos a tener un descenso de la curva epidémica.

“Reitero que hay que prepararnos para una epidemia larga, porque aun cuando en agosto empiecen a descender el número de casos, esto se puede prolongar al mes de octubre”, comentó.

Los cambios previo al desconfinamiento

Posteriormente, el 23 de abril a un mes del inicio de las acciones de distanciamiento, en entrevista con Efe, López-Gatell estimó que habría entre 6,000 y 8,000 muertos durante este ciclo de contagios de COVID-19, y que el “pico máximo” de la epidemia se esperaba entre el 8 al 10 de mayo, con “miles” de nuevos casos a diario.

El funcionario reiteró que unos 250,000 mexicanos podrían enfermar y habría “muchísimos más infectados”, pero sin presentar síntomas. Para entonces, la vigilancia centinela ya contemplaba 55,951 casos de coronavirus, 8,8 veces más de los oficiales.

El 1 de mayo, en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el subsecretario comentó que el momento cumbre de la epidemia sería el 6 de mayo, ya no entre el 8 y 10 de mayo, y luego empezaría a descender.

Pero esto, solo, si la gente se mantenía en casa. “Esto es importantísimo, porque si empezamos a salir de casa, esta predicción no se va a cumplir y, en cambio, vamos a tener un aumento en la curva epidémica”, aseguró.

El 5 de mayo, en la conferencia de informe diario de COVID-19, volvió a decir que la predicción es que el punto máximo se tendría el 8 de mayo, y enfatizó que sin intervenciones, este hubiera sido el 2 de abril.

Así, a unos días de iniciar la "nueva normalidad" tanto el presidente como el subsecretario han dicho que se "ha aplanado" la curva, aunque el 28 de mayo, volvió a decir que "no se ha llegado al punto de inflexión" a nivel nacional, cuando ya ciudades que van en descenso, pero algunos van en ascenso.

La epidemia se extenderá a abril de 2021

No obstante, la más reciente estimación del subsecretario a inicios de julio, es que la epidemia se podría extender hasta marzo o abril del próximo año, debido a la temporada de influenza.

"En octubre empieza la temporada de influenza y podríamos tener un repunte de COVID-19, conjuntamente con influenza durante toda la temporada otoño e invierno (…) Estaríamos hablando hasta marzo o abril del próximo año”, señaló en entrevista con Joaquín López-Doriga para Grupo Radio Formúla.

Asimismo ha explicado que la curva epidémica de México se conforma por varias curvas de cada país, y en ese sentido en lugares como Nuevo León y Guadalajara, la pandemia podría extenderse más, ya que no han alcanzado su acmé.

En cambio, recientemente señaló que la Ciudad de México tiene un descenso sostenidos en las últimas dos semanas.

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