El 24 de enero de 2020 a las 19:30 horas, Blanca Valeria Benavides Casas, de 29 años, salió de su casa a la estética dónde suele arreglarse las uñas, pero a diferencia de otras veces, ese día no volvió a su domicilio ubicado en Mexicaltzingo, Estado de México.
Hasta ahora suman más de 40 días de su desaparición, tiempo en el que sus padres, Victorina Casas y Mateo Benavides, la han buscado por Calimaya, Chapultepec y Metepec con la esperanza de encontrarla con vida.
Así como Blanca, en los primeros meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador suman ya más de 1,000 mujeres desaparecidas.
Del 1 de diciembre de 2018 al 31 de diciembre de 2019, en México se reportaron 5,184 personas desaparecidas o no localizadas de las que 3,093 son del sexo masculino y 1,227 del sexo femenino.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, cinco estados concentran el 49% de las desapariciones de mujeres.
Desde 1964 hasta 2019, se reportaron 62,517 desapariciones de mujeres, de las que en ese mismo periodo fueron localizadas 46,682 mujeres y 15, 835 siguen en calidad de no localizadas.
De acuerdo con Claudia Pedraza, académica de la Universidad La Salle y especialista en género, en México ha aumentado no solo el número de feminicidios, sino también las desapariciones de mujeres, por lo que se requiere que el gobierno implemente medidas de atención urgentes como un incremento de recursos para la atención de este tipo de violencia con acciones de prevención y sanción.
Se creó una oficina para promover el béisbol varonil, cómo en un país donde mueren 10 mujeres asesinadas al día va a ser más importante promover el béisbol que atender la violencia que azota la vida de las mujeres”.
Para la experta, parte del aumento en las desapariciones de las mujeres en México responde al aumento de violencia en el país y también como una respuesta del mismo sistema a frenar las agresiones contra ellas.
“Ante mujeres que alzan la voz, la forma en que responde un sistema patriarcal es más violencia. Pongo un ejemplo bastante cruel, pero si antes para callar a una mujer bastaba una cachetada, y ahora esta mujer no se calla, va a incrementar la violencia dentro de estructura patriarcal”, explica.
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La desaparición de mujeres en México es un problema multifactorial, coinciden expertos, pues lo mismo se explica por la operación de bandas de tratas de personas, que por “venganzas” entre criminales y por la complicidad de autoridades con delincuentes.
Claudia Pedraza explica que las bandas que se dedican a la trata de personas han tomado cada vez más fuerza y ello se debe que las autoridades de los tres niveles de gobierno no se logran coordinar para combatir ese delito.
“En este incremento por la lucha de territorios por parte del crimen organizado, las mujeres se han convertido en la forma de castigar al crimen organizado o a las autoridades. Entonces el cuerpo de las mujeres se está utilizando cada vez más como venganza o castigo para los pleitos que se dan entre el crimen organizado”, comenta.
Además, responde a que el mismo crimen organizado ha diversificado sus actividades, ahora no solo se dedica al tráfico de drogas, sino también a la extorsión, la trata de mujeres, así como al huachicol, como también se le conoce al robo de combustible.
Considera que el principal problema de México es la corrupción e impunidad que prevalece en los tres niveles de gobierno que no solo permiten las complicidades de autoridades en crímenes contra mujeres, sino que éstos se queden sin castigo.
A ello hay que sumar que la misma autoridad considera que la desaparición de mujeres es un tema que a veces no se resolverá.
“Es un problema que está totalmente invisibilizado porque se asume que una vez que una mujer desaparece ya no hay esperanza de encontrarla porque las estadísticas demuestran que las posibilidades de que aparezcan son: encontrarla asesinada o que no aparezca y que se asuma que está en una red de trata y eso es sumamente desolador”, sostiene.
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Pero no es exclusivo de este gobierno, pues por años, el problema de la desaparición de mujeres no ha sido atendido por los mandatarios y así lo demuestra que las mismas autoridades dejan de buscar a las desaparecidas y quienes continúan en su búsqueda son sus familias.
El experto en temas de seguridad, Mario Salomón, explica que un aunque no se tiene claro el porcentaje, un número importante de mujeres desaparecidas son víctimas de explotación sexual, y otras más de esclavitud laboral, experimentación bioquímica e incluso tráfico de órganos.
“De las razones podemos decir que empezamos por la explotación sexual, hay una cifra de que el 28% de las mujeres desaparecidas tienen entre 15 y 19 años”, refiere.
El también country Manager de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, comenta que conscientes del problema de desaparición de mujeres, en México crearon una aplicación denominada ProteGM que funciona como un botón de pánico.
“Cuando la mujer lo oprima se le avisara a una persona de confianza para que sepa su ubicación en tiempo real para auxiliarla, pero además le informa a la mujer cuando está entrando en una zona de alerta por lo que tiene que ser más cautelosa, es gratuita y busca ayudar a proteger a las mujeres”, explica.
