La confrontación vale la pena si se recupera la unidad, asegura Ramírez Cuéllar

En entrevista con Expansión Política, el legislador con licencia asegura que, aunque su nombramiento fue legal y legítimo, debe que esperar a que el Instituto Nacional Electoral valide su nueva responsabilidad para lo cual invitará a la militancia para que la próxima semana acudan a entregar toda la documentación que avale su presidencia que tendrá una duración de cuatro meses.

Al preguntarle quién fue el morenista que lo buscó y le propuso asumir la dirigencia interina del partido, el nuevo dirigente dice que fue una petición unánime que contó con el aval de los congresistas.

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“Se trata de hacer un esfuerzo para unificar al partido, por eso vale la pena dejar un tiempo las labores de la Cámara”, sostiene.

Este martes 28 de enero, el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión otorgó licencia a Ramírez Cuéllar para separarse del cargo de diputado federal de manera indefinida para asumir el cargo de presidente interino de Morena.

Posteriormente, en una conferencia de prensa a horas de haber sido nombrado como interino, Ramírez Cuéllar informó que despacharía desde su oficina de diputado federal para atender los asuntos relacionados con el partido, sin embargo, el morenista ya comenzó a hacer uso de los edificios de la dirigencia nacional de Morena, pero no del inmueble ubicado en Chihuahua 216, donde despacha Yeidckol Polevnsky.

“No quiero meterme en pleitos de lleves, ni en pleitos de casas”, afirma.

El diputado federal con licencia mencionó que en cuanto su nombramiento esté aprobado por el INE, se reunirá con los interesados en dirigir a Morena durante los próximos años tres años, proceso en el que garantiza equidad.

Asegura que ya es tiempo de que Morena deje el desgaste y la confrontación interna.

“Es tiempo de que Morena reestablezca su institucionalidad, cree un clima de concordia en su interior y de esta manera acompañar los cambios nacionales que está realizando el gobierno, contribuir a la solidez de las políticas públicas del presidente y enfrentar con éxito la campaña electoral más grande, las de las elecciones intermedias de 2021”, plantea.

Si el conflicto por la dirigencia interina escala al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Ramírez Cuéllar apunta que la última palabra la tiene esa institución.

“Pero este no es un problema legal, es un problema político, deberíamos resolverlo con un acuerdo, de consenso”.

En ese sentido, destaca que buscará dialogar con Polevnsky Gurwitz.

“Los dos podemos trabajar muy bien, junto con Bertha Luján y con los demás, espero platicar con Yeidckol en las próximas horas”.