Policía Federal vs. AMLO: crónica de un conflicto anunciado

¿De dónde viene el conflicto?

En reiteradas ocasiones, el presidente López Obrador ha declarado que de los 40 mil elementos de la corporación, sólo 10 mil integrantes son adecuados para su trabajo. Quizá cabe recordar que el tabasqueño fue investigado por la Policía Federal en 2017 por supuestamente haber instigado los saqueos y protestas contra el gasolinazo del presidente Enrique Peña Nieto.

En sus recorridos por el país, mucho antes de que iniciaran las campañas del 2018, López Obrador criticaba la decisión de Enrique Peña Nieto de haber adscrito la Secretaría de Seguridad y la Policía Federal a la Secretaría de Gobernación, lo cual consideró que había sido ineficiente y había dejado en mala situación a los policías. Además, en numerosas ocasiones acusó a la corporación de ser un instrumento para reprimir al pueblo.

El 25 de febrero de 2015, en un mitin en Tizayuca, Hidalgo, arremetió contra la Policía Federal luego de que, un día antes, desalojaran con gases lacrimógenos a maestros de Guerrero que protestaban por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, actos que dejaron una persona muerta.

“Lo que pasa en Guerrero, ustedes lo saben, es porque la gente no acepta la versión de la Procuraduría, la versión de Murillo Karam, de que se quemaron los jóvenes en un basurero, eso no lo acepta la gente, no lo aceptan los padres de los jóvenes y se está ocultando la verdad, no se está diciendo la verdad”, señaló tras lanzar críticas a los policías federales.

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Algo similar ocurrió en junio de 2016, tras los sucesos de Nochixtlán, donde aseguró que por órdenes del entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, la Policía Federal reprimió al magisterio.

En contraparte, a inicios de 2017, cuando surgieron protestas en varias partes del país a causa del gasolinazo, el diario El Universal publicó una nota donde la Policía Federal, a través de su División Científica, investigaba y acusaba a López Obrador como posible instigador de las protestas y los saqueos.

Se dijo que el documento era falso, pero el diario publió un editorial en el que aclaró que validó la información con el Consejo Nacional de Seguridad.

Meses después, en diciembre, durante las precampañas, en la presentación del documental Esto Soy, dirigido por Epigmenio Ibarra, anunció la creación de la Guardia Nacional, mientras que ese mismo mes, en un mitin en la delegación Gustavo A. Madero, anunció un decálogo para combatir la inseguridad, en donde se establecía la desaparición de los policías federales, los cuales serían adscritos a la Guardia Nacional.

Una vez ganada la elección, en julio de 2018, tanto López Obrador, como el actual secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, advirtieron que la Policía Federal se encontraba en una situación desastrosa y llena de corrupción.

“El desastre con lo policiaco me llevó a tomar esta decisión. Están muy echadas a perder…”, dijo sobre la Policía Federal y las policías locales AMLO el 19 de noviembre en el programa Tercer Grado, al explicar por qué es necesaria la Guardia Nacional, insistió que de sus 40 mil elementos, menos de la mitad pueden ser utilizados.

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El 20 de noviembre, un día después, anunció formalmente la desaparición de la Policía Federal; mientras que, el 28 de ese mes, Manelich Castilla, excomisionado general de la citada corporación, pidió al entonces presidente electo que se acercara más a la Policía Federal y la conociera mejor, pues se trata de una corporación de excelencia.

“Con profundo respeto (quiero) dirigirme al nuevo gobierno y decirles que la excelencia que buscan en el trabajo policial está hoy aquí reunido en la Policía Federal”, dijo Castilla.

La revancha de AMLO llegó tras asumir el poder; al entregar el Presupuesto de Egresos de la Federación, en diciembre de 2018, el nuevo gobierno presupuestó 26,667 millones a la Policía Federal, una reducción de 1,563 millones en comparación al presupuesto de 2018, que fue de 28,231 millones de pesos.

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En las últimas semanas, los desencuentros entre López Obrador y la Policía Federal han llegado a su punto más álgido.

Primero, el titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, calificó de “fifís” a policías federales que se quejaron por las malas condiciones a los que estaban sometidos en su labor de cuidar las fronteras, producto del acuerdo con Donald Trump de reducir la migración.

El pasado domingo 30 de junio, durante la ceremonia realizada en Campo Marte en donde se le dio banderazo de salida a la Guardia Nacional, López Obrador arremetió nuevamente contra la Policía Federal: “Se creó una institución, la Policía Federal, hace 20 años, que fue echándose a perder, de 40 mil elementos, se puede realmente contar con 10 mil”, aseveró.

Por otro lado, en redes sociales elementos de la corporación acusaron que les dieron uniformes de la Guardia Nacional extragrandes, los tienen en pésimas condiciones laborales y les han otorgado vehículos viejos y casi inservibles.

Este miércoles 3 de junio, finalmente el conflicto estalló: cientos de policías, acompañados por sus familias, pidieron la renuncia de López Obrador, tomaron varios tramos de Periférico; tomaron el Centro de Mando ubicado en Iztapalapa; cerraron la México-Pachuca y entregaron un pliego a Patricia Trujillo, coordinadora de la Guardia Nacional, a quien recibieron entre gritos y empellones, en donde demandan mejores condiciones laborales.

Entre sus peticiones, está el no ser evaluados para ingresar a la Guardia Nacional, recibir un aumento de sueldo, que se remuevan a todos los mandos de la Policía Federal y que no se les retire el bono de operatividad de 9 mil 800 pesos.

Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, dio una conferencia en la que explicó que el ingreso de policías federales a la Guardia Nacional será voluntario, aunque adelantó que el bono de operatividad ya no se seguirá entregando, debido a que es una prestación que sólo se le da a elementos que están fuera de su área de adscripción y la Guardia Nacional ya no operará de esa manera.

Los policías federales, en tanto, amagan con incrementar el conflicto y convocar a un paro nacional.

El presidente López Obrador, por su parte, aseguró que no se despedirá a ningún elemento ni se les recortará el sueldo, e insistió en que la Policía Federal se echó a perder.

Luego de postear en redes un video del presidente jugando beisbol mientras se realizaban las protestas de los federales, la presidencia subió un nuevo video del presidente en el que reiteró que no se afectarán las condiciones laborales de los policías federales. Sin embargo al final soltó una frase: “es importante que todos conozcan esta información: hay mano negra en este asunto. Esto se manejaba antes desde Bucareli, desde los sótanos de Bucareli, y piensan que va a ser lo mismo”.