La polémica en torno a Peñafiel ‘burbujea’ en Puebla
PUEBLA, Puebla (ADNPolítico).- La polémica alrededor de Peñafiel y sus productos, que ha llegado a las autoridades federales y los medios nacionales en los últimos días, ha echado a andar otra historia en Puebla.
Además de la empresa, los protagonistas de esta trama son el presidente del Congreso local, José Juan Espinosa Torres, quien exige el cierre de una planta de la compañía, y autoridades, empresarios y pobladores que defienden el establecimiento por los empleos y el impulso económico que representa para la región.
“En Tehuacán apoyamos a Peñafiel”, se lee en hojas distribuidas por habitantes de este municipio —el segundo más poblado del estado—, como parte de una estrategia para limpiar la imagen de la refresquera.
A finales de abril, el sello Peñafiel quedó en entredicho luego de que la organización estadounidense sin fines de lucro Consumer Reports señaló que había altos niveles de arsénico en el agua mineral de la marca.
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Para algunos pobladores de Tehuacán, esos reportes no tienen sustento y forman parte de una campaña con fines comerciales. Además, resaltan que la planta de Peñafiel en Puebla genera 2,400 empleos desde hace 70 años.
Entre los liderazgos políticos y empresariales, algunos de los actores que han respaldado a Peñafiel han sido el alcalde, Felipe Patjane —aunque se equivocó al señalar que la fábrica tiene 40 años en el municipio que gobierna—, y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
Mi completo respaldo y confianza a la empresa @grupopenafiel instalada hace 40 años en #Tehuacán y a sus más de 2,400 trabajadores que forman parte de ella. Como Pdte. mi compromiso es y será respaldar a todas y cada una de las empresas tehuacaneras. pic.twitter.com/fzTQKnD3Hq
— Felipe Patjane (@PatjaneFelipe) April 30, 2019
Comunicado Oficial de CANACINTRA Tehuacán en el tema de Peñafiel pic.twitter.com/t3tCbBNNEC
— CANACINTRA_TEHUACÁN (@CANACINTRA_TEH) April 30, 2019
Bebidas bajo el microscopio
Aunque los habitantes de Tehuacán defienden la marca con el argumento de que es una empresa local, lo cierto es que en 2008 fue comprada por el corporativo estadounidense propietario de la bebida Dr. Pepper, popular en América del Norte.
Hace unos días, el sello Peñafiel empezó a enfrentar cuestionamientos a raíz de lo publicado por Consumer Reports y, posteriormente, Keuring Dr. Pepper, dueña de la refresquera, anunció un freno temporal en la producción de sus plantas en Tehuacán y en Tlajomulco, Jalisco.
La propietaria señaló entonces que había detectado niveles de arsénico “ligeramente elevados” en su agua mineral, por lo que decidió suspender temporalmente sus actividades para instalar “sistemas de filtrado mejorados”.
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En esa coyuntura, y mientras la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) revisaba los productos de Peñafiel, el presidente del Congreso poblano, José Juan Espinosa Torres, militante del PT, exigió a las autoridades federales y locales clausurar la planta que opera en el estado, bajo el argumento de que pone en riesgo la vida de las personas.
“Consumir esta marca significa un riesgo muy alto por el contenido de arsénico; está fuera de lo que establece la Norma Oficial Mexicana (...) Miles o millones de mexicanos hoy corremos el riesgo de tener diferentes enfermedades como resultado del alto consumo de este material”, dijo el 29 de abril durante una rueda de prensa.
Espinosa Torres incluso presentó un punto de acuerdo para que el Congreso promoviera el cierre de la planta, pero la idea confrontó a los legisladores y, al final, fue rechazada.
Hoy, el PT es uno de los partidos que participan en la coalición electoral Juntos Haremos Historia. Este bloque, del que también forman parte Morena y el PVEM, impulsa la candidatura de Miguel Barbosa al gobierno estatal, en una contienda en la que el morenista se perfila como el favorito.
Las conclusiones de la Profeco
El 30 de abril, la presión bajó para Peñafiel, luego de que la Profeco informó en un comunicado que los productos de esta empresa no representan un riesgo para la salud.
La institución federal detalló que analizó el agua mineral con base en la NOM-201-SSA1-2015, según la cual el límite máximo permisible de arsénico es de 0.01 miligramos por litro, y que en el producto de Peñafiel se halló una cantidad de entre 0.004 y 0.005 miligramos por litro.
“Con el estudio se concluye que el producto de agua mineral sin sabor no representa riesgo para la salud de los consumidores”, indicó la Profeco, si bien agregó que se están realizando más estudios cuyos resultados se harán públicos en los próximos días.
Aquí puedes leer el comunicado íntegro
No obstante lo anterior, Espinosa Torres insistió en sus críticas a la planta y advirtió que revisará que realmente cumpla con las normas en materia de salud pública.
En tanto, el pasado 1 de mayo la operación de la fábrica de Peñafiel en Puebla volvió a la normalidad. La empresa confía en que el episodio quede superado pronto. Sin embargo, la polémica por el tema aún produce ‘burbujas’.