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#19S: 'Solo quiero la vida que el sismo me arrebató'

El sismo de l 19S destruyó la vida de Liz. Sus hijos cambiaron de escuela, su círculo social cambió y rompió relación con su familia. Y a un año de la tragedia, podría quedarse sin casa.
mié 19 septiembre 2018 03:19 PM
Liz Martínez, damnificada.
Liz Martínez asegura que el sismo de hace un año le hizo cambiar la relación con su familia y afianzó lazos con algunos desconocidos.

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - Liz Martínez es vecina de la calle Chihuahua de la Colonia Roma, la misma en la que está la casa de transición desde donde despacha Andrés Manuel López Obrador. Es damnificada y está a la espera de que le llegue un requerimiento para que salga de su casa porque la van a demoler.

Una vez que reciba esa notificación, tendrá 15 días para salir de su vivienda y, hasta ahora, carece de un sitio a donde ir. Con el sismo del año pasado se dio cuenta de que la familia y los amigos escasean en los momentos más duros.

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"(Aprendí) que no puede uno confiar en el gobierno, ni del gobierno ni de la familia porque realmente si uno no hace por tener algún respaldo, algún seguro, otra casa, un fondo para caer en algún lado, realmente no se tiene nada. Porque realmente, a veces, la familia y los vecinos son los que más atacan, más aún que el gobierno; encuentras en amigos y otros damnificados de Iztapalapa, de Tláhuac, de Tlalpan, realmente el apoyo", afirma la joven, entrevistada en la vivienda que por su inclinación fue declarada como próxima a destruir.

Liz considera que el gobierno debe apoyar en la reconstrucción, ya que hay fondos de países que donaron en efectivo y que deberían utilizarse. Reclama que ella trabajó para tener una casa y debería tener justo lo que poseía antes del terremoto.

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"Yo no quiero una mansión de lujo, no quiero redensificación, no quiero me echen 20 pisos. Solo quiero mi casa tal cual, los mismos metros; yo entiendo que, en este caso, más bajita, un techo tan alto no lo ocupo, pero quiero exactamente lo mismo. Quiero que el tejido social no se rompa; no quiero lujos, nada más quiero lo que yo tenía", explica.

El sismo del 19 de septiembre de 2017 le cambió la vida por completo. Sus hijos se cambiaron de escuela y dejaron de ver a sus amigos; ahora añoran todo lo que dejaron atrás y preguntan cuándo volverá a ser todo como antes.

Ha cambiado todo. Yo quiero vida. He ido a dar al hospital tres veces por estar en trámites, reuniones, por estar pidiendo que vengan otra vez a ver si es posible salvar la estructura y nos dijeron que no. La vida ha cambiado porque los niños ya no van acá a la escuela, ya no se duerme igual, la casa cruje, pasa un camión pesado y se mueve. Ya no se duerme igual, ya no se come igual, hay muchos vecinos que ya no están"
Liz Martínez, damnificada del 19S

#19S: A un año, esto dicen los afectados

"Ya su tejido social era aquí. Ver sus caritas de tristeza y que te digan: mamá, ¿cuándo va a estar la casa? Es la parte en la que dices: ¿cómo es posible que el gobierno...? Si ya lo vivimos en el 85, si ya sabían lo que podía pasar, ¿por qué no tienen un plan de acción inmediato? Nos dicen que no hay comparativo del '85 a hoy día, pero la ayuda no se ha visto realmente y mucha gente se ha muerto ya esperando la reconstrucción", asegura.

Liz duerme con miedo. A ratos. Tiene incertidumbre de lo que va a pasar. A final de cuentas, cuando esa notificación llegue a su correo tendrá que buscar a algún amigo, ya que con su familia la relación está rota.

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Uno de los aprendizajes que le dejó el sismo es que ya no tiene confianza en el gobierno. Si se atrevieron a llevarse el dinero de la reconstrucción, dice, son capaces de cualquier bajeza.

"Es complicado porque, dicen, es falta de voluntad política . Voluntad sí hay, pero de chingar a la gente. Y realmente aquí no hay mejor representación que la que uno mismo pueda hacer y es estar detrás del proceso... porque realmente el gobierno no lo va a hacer", se queja.

No piensa llevarse mucho una vez que reciba el oficio. Si acaso, algo de ropa, un mueble útil y los libros.

Las grietas en el piso y las paredes son evidentes. Mientras señala el fondo del inmueble en donde está su casa, que se ve desde la calle Chihuahua, ella misma se responde:

"¿Sí ve cómo se está inclinando? En caso de otro sismo, todo se caería".

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