La OMS recomienda frenar enfermedades no transmisibles con estas acciones
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) La falta de ejercicio, el sometimiento de dietas no supervisadas, el consumo de alcohol y tabaco, siguen siendo las principales causas en México en muertes por enfermedades no transmisibles como algunos tipos de cáncer, diabetes, padecimientos cardiovasculares así como enfermedades crónicas del pulmón.
Para evitar que continúen las muertes prematuras por estas causas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emite una serie de recomendaciones que, por los tiempos políticos que se viven en el país, le tocará enfrentar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a través de su secretario en la materia, Jorge Alcocer, pues el reto es que para el 2030, se reduzca en una tercera parte la mortalidad por estas causas.
En el informe 'Es hora de actuar' que elaboró la Comisión Independiente de Alto Nivel de la OMS sobre Enfermedades No Transmisibles (ENT) —que será presentado esta mañana junto con el actual secretario de Salud, José Narro Robles— se indica que para los países con ingresos altos, las defunciones se registran principalmente en personas mayores de 70 años y están relacionadas con cardiopatías isquémicas, infartos cerebrales y enfermedad pulmonar obstructiva. En los países con ingresos bajos, las muertes ocurren principalmente en la población menor de 15 años a causa de infecciones, VIH/Sida, diarrea, malaria y tuberculosis.
En el reporte, se indica que todos los gobiernos anteriores tanto en México como en otros países de América Latina, no han tenido voluntad política para atender las causas de muertes por enfermedades que no se contagian por lo que urgen políticas públicas para prevenir y tratar estos padecimiento, además de priorizar que los habitantes gocen de una salud mental para un mejor bienestar.
También se recomienda poner atención en las personas en un estado de depresión debido a que afecta por sí sola a 300 millones cada año en el mundo, y es la principal causa de discapacidad.
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¿Qué hace falta por hacer?
Desde octubre de 2013, México puso en marcha una estrategia para reducir la obesidad y la diabetes, pero hasta ahora no ha dejado buenos resultados. El presupuesto para prevenir la mortalidad a causa de este padecimiento aumentó en la administración de Enrique Peña Nieto de 300 millones en 2013 a 453.5 millones de pesos en 2018 a través del programa Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, pero de acuerdo con datos de la Federación Mexicana de Diabetes las muertes por este mal han aumentado, al pasar de 82, 964 en 2010 a 105, 574 en 2016.
Organizaciones civiles como Alianza por la Salud acusan que se sigue permitiendo la libre operación de empresas que fabrican comida chatarra y bebidas azucaradas, por lo que consideran que se requiere que los impuestos para ellas sean más altos.
En los resultados del análisis de la OMS coincide: se debe incrementar impuestos a productos nocivos a la salud como los cigarros, el alcohol y productos azucarados, además de prohibir totalmente la publicidad, entre otras medidas.
El reto que tiene el nuevo gobierno es replantear los programas de prevención con el fin de entregar resultados, además de proporcionar herramientas que permitan medir los resultados.
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Algunos de los compromisos contraídos como gobierno destacan:
- Integrar medidas que aborden las enfermedades no transmisibles en los planes y las políticas de planificación de los servicios de salud y de desarrollo nacional.
- Gobiernos municipales deben de implementar programas para prevenir las enfermedades no transmisibles y los trastornos mentales, independientemente de esfuerzos estatales y federales.
- Fortalecer los sistemas de salud y cobertura sanitaria universal centradas en las personas durante todo el ciclo de vida.
- Dar participación a las personas que padecen trastornos de salud mental en los programas.
¿Y cuáles son las recomendaciones para llegar llegar a la meta?
- Restringir la comercialización de productos con alto contenido de azúcares, sodio y grasas.
- Elevar más los impuestos a tabaco, alcohol y a productos dulces.
- Examinar incentivos y medidas disuasorias, con el fin de promover modos de vida sanos.
- Tomar en cuenta propuestas de paciente con enfermedades no transmitibles para enfocar mejor los programas.
- Dejar en manos de expertos el desarrollo de campañas de salud pública.
- Definir estrategias concretas y presupuesto para atender cáncer, diabetes, padecimientos cardiovasculares y enfermedades crónicas del pulmón.
- Establecer métodos de evaluación de los resultados de los programas de atención y transparentarlos.
- Formar un frente con todos los países de América para apoyarse mutuamente con recursos obtenidos de los impuestos a empresas tabacaleras, fabricantes de alcohol y de productos dulces.
- Realizar foros mundiales para cambios de estrategias para mejorar la prevención y combate de estas enfermedades.