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Colapso de Línea 12 del Metro intensifica desigualdad al sur-oriente de la CDMX

Además de invertir más horas y dinero para transportarse, quienes habitan en Tláhuac, Iztapalapa y el Estado de México podrían tener menos acceso a oportunidades por el cierre de esta línea del Metro.
jue 13 mayo 2021 03:59 PM
(Obligatorio)
Las estaciones ubicadas entre Tláhuac y Mexicaltzingo, donde viven las personas con menos ingresos, no tienen fecha de reapertura tras el desplome de la trabe y un tren en la Línea 12.

Dos horas en el tráfico, largas filas para abordar un autobús, microbuses compitiendo por el pasaje y destinar más dinero al transporte, son algunas de las consecuencias colaterales que ha traído para los habitantes de Tláhuac, Iztapalapa y municipios del Estado de México, el cierre de la Línea 12 del Metro.

El desplome de un tren la noche del 3 de mayo cerca de la estación Olivos que cobró la vida de 26 personas, tendrá también un costo social y económico para una parte de los habitantes de la Ciudad de México.

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"La llegada del Metro a esta zona aumentó exponencialmente el número de oportunidades a las que podían acceder las personas en la zona de influencia, particularmente en el sur-oriente de la ciudad, para ir a trabajar, estudiar o incluso en temas de salud. Es un problema muy grande para las personas que viven ahí, es perder algo que ya tenías", señala Gonzalo Peón, director de ITDP México en entrevista.

De acuerdo con un estudio realizado por la organización World Resources Institute (WRI) en México en 2018, el 20% de los habitantes con menores ingresos se concentran en las alcaldías Tláhuac, Iztapalapa, Xochimilco y Milpa alta, justo demarcaciones por donde corre esta línea que se hizo para conectar a esta zona con grandes problemas de movilidad.

Esto coincide con un mapa realizado por Oxfam México, en donde alrededor de las estaciones Mixcoac a Mexicaltzingo –ubicadas entre Benito Juárez y una fracción de Iztapalapa– se encuentran los residentes de los deciles más altos de ingreso. En contraste, desde Atlalilco hasta Tláhuac –que atraviesan las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac– se concentran los deciles más bajos de ingreso.

Esto coincide con un mapa realizado por Oxfam México, en donde alrededor de las estaciones Mixcoac a Mexicaltzingo –ubicadas entre Benito Juárez y una fracción de Iztapalapa– se encuentran los residentes de los deciles más altos de ingreso. En contraste, desde Atlalilco hasta Tláhuac –que atraviesan las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac– se concentran los deciles más bajos de ingreso conforme se avanza hacia el sur.

Mientras la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, considera la posibilidad de abrir el tramo subterráneo entre Mixcoac y Atlalilco, donde existen más opciones de transporte, las 11 estaciones del tramo elevado hasta la terminal Tláhuac, donde viven las personas con menores ingresos, no tienen fecha de reapertura.

Víctor Alvarado, responsable de Movilidad y Cambio Climático en el Poder del Consumidor, considera que si bien no afectará a todos los residentes del sur-oriente, quienes ya destinaban entre el 50% y 60% de sus ingresos para transportarse son más vulnerables ante el cierre de la Línea 12.

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"Con esta afectación del Metro específicamente a las personas que lamentablemente van a tener que destinar un porcentaje mayor al transporte público, estaríamos hablando en casos desfavorables que hasta el 70% de sus ingresos tendrán que destinarlos al transporte. No es toda la población, son algunos segmentos de personas que viven en esas localidades", señala el especialista del Poder del Consumidor.

El impacto va más allá de los límites de la Ciudad de México, pues también afectará a quienes vienen de municipios mexiquenses como Chimalhuacán, Chalco y Nezahualcóyotl.

Alvarado considera que además del costo social, el cierre de la Línea 12 podría tener un costo a la calidad del aire del Valle de México si las personas optan por vehículos privados para moverse.

“No sólo son costos monetarios sino también costos sociales y ambientales, es decir con la salida de la Línea 12 muchas de las personas quizás migren a vehículos individuales que hoy sabemos terminan siendo grandes generadores de contaminantes y de gases de efecto invernadero", comenta.

Para el especialista, a la par de reparar la infraestructura es necesario, que se trabaje en recuperar la confianza de la gente sobre moverse en el Metro.“Hay que replantear cómo vamos a comunicar que el transporte público es seguro y lo más eficiente para la ciudad y para las personas”, señala Alvarado.

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Para Gonzalo Peón, de ITDP México, lo ocurrido en la Línea 12 debe iniciar también un cambio sobre la concentración de los empleos, servicios y espacios educativos en el centro y poniente de la Ciudad de México.

“No solamente se solucionan los problemas de movilidad con infraestructura, sino también hay un gran problema en el sur-oriente y oriente de la ciudad sobre oportunidades de empleo, educación y salud.

“Una ciudad con oportunidades más balanceadas es una ciudad más resiliente ante este tipo de siniestros”, sostiene el especialista.

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