El 2019 fue un año de claroscuros para la Ciudad de México en materia de seguridad pública y de incidencia de delitos de alto impacto.
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), mientras hubo un descenso en el número de víctimas de homicidio doloso y secuestro, también se registró un incremento en feminicidios y extorsiones.
La capital del país tuvo un muy mal año con el feminicidio y la extorsión, pues ambos delitos de alto impacto terminaron con alzas superiores a 50% respecto de 2018.
El primer delito tuvo un aumento de 58.13%, al pasar de 43 víctimas en 2018 a 68 en 2019, la mayor cantidad desde 2015.
Durante todo el año pasado, el problema de la violencia de género fue uno de los que más atrajo la atención pública en la capital, donde miles de mujeres realizaron protestas y otras manifestaciones para exigir a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, políticas que pongan un alto a las agresiones, los feminicidios y la impunidad.
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En cuanto a la extorsión, este fue el delito que más creció en términos porcentuales, pues subió 64.92% de 2018 a 2019.
Durante 2018, la capital registró 536 víctimas de extorsiones, mientras que para 2019 la cifra se elevó a 884. La situación ya había sido advertida por algunos expertos, quienes habían alertado de un incremento de reportes en colonias como Centro, en la alcaldía de Cuauhtémoc.
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Con relación al homicidio doloso —delito que los analistas habitualmente consideran para medir qué tan violenta es una localidad—, la capital del país cerró con una ligera baja, pues 2019 se registraron 1,557 casos. Esto representa un descenso de 2.68% respecto de los crímenes contabilizados en 2018, cuando hubo 1,600.
Aun así, la cantidad de asesinatos en la ciudad sigue siendo elevada. La cifra de 2019 es la segunda más alta desde 2015, cuando entró en vigor la actual metodología para medir la incidencia delictiva en el país.
Respecto del secuestro, la disminución en este delito fue de 34.91%, al pasar de 295 víctimas en 2018 a 192 en 2019.
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La propia jefa de gobierno ha reconocido que la seguridad pública es la principal preocupación entre los capitalinos, así como uno de sus principales pendientes.
Para hacer frente al problema, a principios de año su administración anunció que entre sus planes para 2020 están sumar otros 5,000 elementos a la policía capitalina e instalar más cámaras de videovigilancia para inhibir el delito.
A estas medidas se suma la recién concretada transición de la extinta Procuraduría General de Justicia (PGJ-CDMX) a la actual Fiscalía General de Justicia (FGJ), una nueva institución —autónoma de la jefa de gobierno— que promete actuar como una instancia que evite que los delitos queden impunes.
