El corazón de la Ciudad de México comienza a latir por el Bicentenario
Varias horas antes del inicio de los festejos del Bicentenario alrededor de 60,000 personas llenaron la Plaza de la Constitución
Todos los accesos a la plancha del Zócalo fueron cercadas para controlar la entrada del público
Los elementos de seguridad realizan revisiones a los visitantes para evitar el acceso de objetos prohibidos y sustancias tóxicas
Todas las entradas a la explanada del Zócalo tienen puntos de revisión y detección de objetos metálicos
Debido al exceso de visitantes, los elementos de seguridad prohibirán el traslado entre los escenarios de Reforma y el Zócalo
La gente se armó de sombreros, bigotes y motivos patrios para ser testigos del espectáculo del Bicentenario
La lluvia y hambre no apagaron el ánimo de los asistentes
Militares y policías federales hacen lucir al Zócalo como la plaza más vigilada de México
El entusiasmo de los 60,000 espectadores que se encuentran en el Zócalo de la Ciudad de México, muchos de ellos desde las seis de la mañana, no cesa a pesar de la lluvia que cae sobre la explanada del centro de la capital mexicana. Su objetivo: dar el Grito de Independencia por el Bicentenario del país.
"Quédense en el Ángel (....) no vayan al Zócalo", advirtió el secretario de Protección Civil, Elías Moreno Brizuela, ante medios de comunicación pasadas las cuatro de la tarde.
Algunos no escucharon y se desbordó un grupo de 200 personas que lograron derribar las vallas para entrar al Zócalo.
Frente al Palacio Nacional, una zona reservada espera a los invitados especiales, quienes recibieron impermeables y lámparas pequeñas, que formarán parte del espectáculo más adelante.
A unos cuantos metros y tras unas vallas, se encuentran los miles de visitantes, que, desde Tijuana, Oaxaca y otros lugares del país, han llegado al centro de la capital mexicana.
No durmieron ahí porque no fue posible, pero pasaron la noche en el centro histórico y, al entrar al corazón de la Ciudad de México, les retiraron su comida y sus botellas con agua. No han comido nada desde entonces.
El espectáculo de la ceremonia del Fuego Nuevo, una ceremonia prehispánica que se llevaba a cabo en la Antigua Tenochtitlán, fue el arranque del espectáculo del Bicentenario. Actores ancianos representaron a las distintas etnias del país.
Uno de los momentos emotivos del acto fue cuando los artistas pidieron a los miles de asistentes desde el escenario elevar los brazos y tocar el cielo, para después bajarlos y tocar la tierra.
El comienzo del espectáculo en el Zócalo está previsto para las ocho de la tarde. La emblemática plaza mexicana será el último