1958: Aurrerá arrasa en ventas
La inquietud de Jerónimo Arango tuvo sentido para su hermano Manuel cuando escuchó la frase "los mostradores son los ataúdes de las mercancías".
El de la voz era Bernardo Trujillo, especialista en sistemas de comerciaización.
Corría el año 1956, cuando Jerónimo conoció el modelo de los supermercados en un viaje a Nueva York. Le sorprendió que la gente hiciera largas filas para entrar a la tienda Korvette, que tenía en oferta una aspiradora a 8 dólares.
Poco después, Manuel Arango asistió en Ohio, al curso organizado por la National Cash Registers (NCR), que impartió el colombiano Bernardo Trujillo, quien habló, precisamente, de las ideas que revolucionaban el mercado.
Una era vender todo bajo un mismo techo, en espacios donde hubiera tráfico constante y en lotes con estacionamiento. El modelo se llamaba autoservicio , algo que no existía en México.
El olfato de Manuel Arango le decía que había una oportunidad de negocio. El país vivía un momento de estabilidad en precios y fenómenos sociales alimentaban el resurgimiento de la llamada clase media.
La migración de las zonas rurales hacia las ciudades se tradujo en más trabajadores en actividades de mayor valor agregado.
Para cerrar la pinza, el formato de autoservicio era casi mandado a hacer para las ciudades, porque era donde se ubicaba la clase media.
No dudó más. El 1 de diciembre de 1958 abrió una tienda que causaría polémica, en las calles de Bolívar y Lucas Alamán, en el centro de la Ciudad de México.
La bautizó Aurrera, que en vasco significa ‘adelante'.
Había carritos de metal para hacer las compras y una línea de cajas para realizar el pago de las mercancías. Los clientes podían escoger de los anaqueles los productos que deseaban comprar.
No tardaron en aparecer los cuestionamientos, sobre todo de los comercios tradicionales.
"Sonaba muy difícil", dice Manuel Arango. Sin embargo, los malos augurios de los comercios rivales acerca de que a la gente no le gustaría comprar todo en un solo lugar, no se cumplieron.
Así, los hermanos Arango (Jerónimo, Plácido y Manuel), que revolucionaron el comercio al menudeo , anuncian la apertura de su tercer establecimiento el próximo 1 de diciembre de este año (1966), esta vez ubicado en la distante Ciudad Satélite.
La sucursal se suma a las ya existentes, en el Centro y el de avenida Universidad.
Otros comercios han seguido sus pasos (véase recuadro al final). Pero su principal competencia son 262,906 comercios tradicionales que existen, de acuerdo con el último censo disponible, de 1958.
Aurrerá impone estándares
En su primer quinquenio, las ventas de Aurrera saltaron de 4 millones a 170 millones de pesos al año.
Aprovechando el auge, en 1962, la empresa decidió abrir los domingos, aunque con un horario más corto, cierra a las 14:00 horas.
Ese año la economía creció 4% y el PIB de comercio, restaurantes y hoteles repuntó 22.6%.
El siguiente reto para los Arango es agregar un lugar donde las familias coman mientras hacen sus compras en una zona que apenas comienza a urbanizarse.
Para cubrir esa necesidad, los empresarios planean abrir en 1968 su primer restaurante ligado al crecimiento de sus autoservicios, en la colonia Lomas de Sotelo. Se llamará Vips.
A sus 34 años, Jerónimo Arango, el mayor de los tres hermanos y a quien se le atribuye el principal liderazgo, opina que el éxito se debe a un mercado ávido de un nuevo tipo de servicio. No es conocimiento ni técnica lo que ha permitido el crecimiento, dice el empresario.
Los frutos de los negocios, agrega Arango, son "10% de inspiración y 90% transpiración (sic)".
El ejemplo para el resto de las cadenas
El formato de autoservicios Aurrera, de los hermanos Arango, despertó a la competencia.
Soriana. En 1958 abre la primera sucursal del formato de autoservicio en Chihuahua. Fundador: Pascual Borque.
Comercial Mexicana. En 1959, la fabricante de textiles se transforma en autoservicio. Fundador: Carlos González Novoa.
Chedraui. En 1961 se transforma en Almacenes Chedraui, bajo el formato de autoservicio. Fundador: Lázaro Chedraui.
Gigante. En 1962 abre sus puertas. Fundador: Ángel Losada Gómez.