Lo que el 7 de junio se llevó: adiós al Humanista, y el PT, en riesgo
Tras las elecciones federales del domingo 7 de junio, el Partido Humanista está muy cerca de despedirse de la arena política nacional, pues los resultados que obtuvo no le alcanzan para conservar su registro como instituto político, en tanto que el Partido del Trabajo (PT) está en riesgo de terminar igual.
El mínimo que un partido debe ganar en una elección federal es 3% de la votación válida, que se obtiene restando los votos nulos y los votos por candidatos no registrados a los sufragios totales, según la nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe).
Luego de los comicios, según la última actualización del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el Partido Humanista tiene 2.26% de la votación válida y el PT 3.02%.
Estos resultados aún deben ser revisados en el cómputo distrital que inicia este miércoles.
El PT tradicionalmente ha participado en alianzas con otros partidos de izquierda, por ejemplo, en las coaliciones que postularon como candidato presidencial a Cuauhtémoc Cárdenas (2000) y a Andrés Manuel López Obrador (2006 y 2012).
Recientemente, López Obrador —quien el año pasado fundó su propio partido, Morena— criticó que su antiguo aliado el PT integrara una coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) en este proceso electoral en el Estado de México.
De ocurrir, esta sería la segunda vez que el PT pierda el registro. La primera ocasión, en 1991, no logró pasar la primera prueba en las urnas, cuando el umbral era de 1.5%. Consiguió de nuevo su registro para participar en la elección presidencial de 1994, con Cecilia Soto como candidata, y desde entonces lo mantuvo.
Actualmente, el PT cuenta con una bancada de 11 diputados, y su fracción en el Senado está integrada por seis miembros.
La dirigencia colectiva del PT la encabezan personalidades como Alberto Anaya Gutiérrez, Ricardo Cantú Garza, Alejandro González Yáñez, Óscar González Yáñez y Pedro Vázquez González.
El Partido Humanista, en tanto, no tuvo éxito en su primera elección, luego de que en 2014 obtuvo su registro como partido nacional.
Este instituto político fue el más reciente intento de su dirigente, Ignacio Irys Salomón , por conformar un partido —ha estado en cinco—; el anterior, Alternativa Socialdemócrata y Campesina, lo cofundó en 2005.
Junto al Humanista, surgieron como nuevos institutos políticos el Partido Encuentro Social (PES) y Morena. Mientras que el primero se perfila a superar la prueba con 3.48% de los votos válidos de la jornada del 7 de junio, el segundo lo haría cómodamente, con más de 8.8% de las preferencias.
A pesar de perder el registro, tanto el PT como el Humanista tendrían derecho de quedarse las curules de diputados que hubieran ganado por mayoría.
Lo que no conservarían sería el derecho a recibir financiamiento público. Este año, el Instituto Nacional Electoral (INE) destinó 389.7 millones de pesos al PT para sus actividades y gastos de campaña, en tanto que para el Humanista presupuestó 120.9 millones.
Los recursos y bienes remanentes de los partidos liquidados son adjudicados a la Federación.
Para ello, un interventor asume control de estos activos, y debe autorizar todo los gastos de los partidos a disolver, así como lo relativo a las obligaciones laborales, fiscales y con proveedores o acreedores que éstos tengan pendientes.