Morena apuesta por los indecisos para sacar al PAN de la Benito Juárez
Hay un porcentaje de personas indecisas en la delegación Benito Juárez que piensan que no debería seguir gobernando el Partido Acción Nacional (PAN) porque “ha sido un desastre” trayendo problemas inmobiliarios, de agua y corrupción durante tres lustros, por lo que están buscando una alternativa que podrían encontrar en Morena, asegura el candidato Jesús González Schmal.
“Ese porcentaje de indecisos y panistas que pueden rectificar es nuestro sector a conquistar”, dice el político nacido en Torreón, Coahuila, y que, de acuerdo con una encuesta de Grupo Reforma se encuenta en segundo lugar, con el 20% de las preferencias, por debajo del panista Christian von Roehrich que tiene el 45% de la intención de voto.
El político de 72 años se dijo dispuesto a “poner los tenis y la cachucha” para recorrer las calles de la delegación en los días restantes de campaña porque confía en que puede haber una reacción de último momento hacia su causa.
Y es que la delegación Benito Juárez, la de mayor índice de desarrollo humano en la capital del país , ha sido gobernada desde el año 2000 por los blanquiazules, aunque estuvieron a punto de perder este bastión frente al Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuando su candidata Leticia Varela tuvo una diferencia de solo 498 votos contra el vencedor de la contienda, Jorge Romero.
Cuestionado sobre la posible división de votos entre los partidos de izquierda, es decir entre la abanderada Dinorah Pizano del PRD y él mismo representando a Morena, señaló que una buena parte de la izquierda del PRD que mantiene fidelidad a sus principios va a tener que votar por el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador.
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El mayor problema y denominador común de Benito Juárez, subraya, "es la corrupción extendida en todas las áreas de gobierno”. Además, dice, no hay transparencia: "Parecería (que manejan) un patrimonio particular de los dirigentes delegacionales en vez del patrimonio público.
“Ha sido una mina de oro para los neopanistas y un suplicio urbano para los habitantes”, asegura el candidato de la izquierda, quien además acusa a este partido de violar la ley electoral, pues dice que los blanquiazules llevan seis meses de campaña generando una contienda inequitativa.
“Jamás me imaginé en mis años juveniles y ya maduros que estuve en Acción Nacional que este partido fuera una imitación barroca de lo que es el PRI (Partido de la Revolución Institucional) en el sentido del abuso de los recursos públicos para tomar ventaja de las contiendas electorales”, dice.
González Schmal asegura que conserva los principios ideológicos del PAN, aunque ahora represente a un partido progresista.
“Yo no cambié nunca, los que cambiaron fueron los neopanistas, pero yo sigo creyendo en las tesis originales del PAN: la ética y la vocación de servicio y que los intereses particulares deban subordinarse al interés general. Esto es el eje rector de Morena”.
Si el PAN gana, lo hará con trampa
El candidato de Morena acusa al PAN de inducir a los votantes a través de entrega de despensas, regalos, y el ofrecimiento de dinero a cambio del voto, por lo que dijo no hay condiciones para legitimar un posible triunfo del PAN.
“Evidentemente, no hay condiciones para legitimar un triunfo panista porque ha habido excesos por todos lados y han viciado de origen el resultado electoral. Tenemos todos los elementos (para impugnar). La ley misma establece un tope de campaña de 1 millón 200,000 pesos para jefe delegacional. Yo le puedo asegurar que ese recurso lo gastan diariamente”, subrayó.
El abanderado de Morena dice que puede ser ese eslabón que primero rompa esa “secuencia de desaciertos” y luego rompa una “complicidad” con el gobierno central del Distrito Federal en materia urbanística al estar permitiendo que la delegación “se sature” y muy pronto “se atrofie”.
Jesús González Schmal ha sido diputado federal en tres ocasiones: de 1979 a 1982 y de 1985 a 1988 por el PAN; y de 2003 a 2006 por Convergencia. Sin embargo, viene de perder en sus dos últimas contiendas, la de 2011 cuando aspiró a gobernador de Coahuila y la de 2012, cuando buscó ser senador en ese mismo estado.
“Mi convicción no es ir simplemente a ganar oportunidades prácticas, seguras, sino crear conciencia. En mi estado tuve que luchar contra los Moreira y contra los desfalcos de la Hacienda pública. Yo sabía que no podía triunfar porque el estado está controladísimo por ese grupo político del PRI”.
En Benito Juárez, sin embargo, tiene la confianza en los ciudadanos a los que busca empoderar a partir de un gobierno horizontal.