La lucha contra la corrupción y las reformas, las 'banderas' de Morena
La lucha contra la corrupción y echar abajo las reformas impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto son las banderas electorales de Morena para la actual campaña electoral.
El presidente de este nuevo partido, Martí Batres, dice a Grupo Expansión que la primera iniciativa que presentará la bancada de Morena en la próxima Legislatura de la Cámara de Diputados será un plan de austeridad para eliminar "privilegios y despilfarro", y así generar hasta 300,000 millones de pesos para invertirlos en acciones sociales.
"(Queremos) limpiar de corrupción al país, el problema principal que tenemos con el gobierno de Peña Nieto", señala en entrevista.
El cómo, expuesto por Batres, consiste en reducir los salarios de altos servidores públicos como los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados, jueces, diputados, senadores, gobernadores, integrantes del gabinete federal y de los locales, así como eliminar las pensiones de los expresidentes y vender el nuevo avión presidencial, entre otras medidas.
Los efectos de este plan, según Batres, serían evitar que jóvenes sean rechazados de la educación superior, construir nuevas universidades y ampliar las existentes, financiar un Sistema Nacional de Salud Pública gratuito de calidad y otro de Seguridad Social universal.
El dirigente del instituto político fundado por el excandidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, que este 7 de junio debuta en las elecciones, arremete contra las modificaciones constitucionales y legales aprobadas en el presente sexenio. "No hay reforma exitosa de las que hizo Peña Nieto", manifiesta.
El presidente impulsó cambios en materias como energética , fiscal y de educación, las cuales los líderes de Morena descalifican de manera particular, así como otras sobre telecomunicaciones y al código de procedimientos penales.
"No le está yendo bien a México con Peña Nieto (...) Cada decisión que toma es en contra de la gente, del país. El pueblo de México necesita un instrumento para defenderse de todo eso. Ese instrumento es Morena; esa es su importancia", enfatiza.
Batres asevera que el aumento de impuestos y lo que llama la "privatización" de los recursos de la nación afectan a los mexicanos de manera general, por lo que un discurso de campaña opositor funciona para todo el país.
"Vamos a trabajar en todos los rincones del país. Estamos teniendo buena respuesta porque los problemas son nacionales. ¿A quién afectó la reforma fiscal? ¡A todos! El aumento de impuestos le pegó a todos. No le pegó solamente a los que viven en una región o en otra, sino a todos los mexicanos", abunda.
"No" a las negociaciones
Para aprobar estas reformas, la nueva fuerza política en el Congreso necesitará aliarse con partidos con los que tenga coincidencias programáticas, como pueden ser otras fuerzas de izquierda, e incluso, para echar abajo la reforma fiscal, podría compartir planteamientos con el Partido Acción Nacional (PAN), que en su momento rechazó la iniciativa de Peña Nieto.
No obstante, la estrategia de Morena será la de apelar a la "sensatez" de los demás actores, y no la de negociar coaliciones legislativas. "No es de toma y daca", dice Batres.
"Si no la apoyan otras fuerzas políticas es un costo para ellas porque es una propuesta sensata que conviene al país (...) Cada quien debe tomar sus definiciones y decisiones. No es una cuestión de componendas ni negociaciones", añade.
De hecho, esta negativa a acercarse a sus contendientes políticos, tanto a los de izquierda como a los de derecha —donde Batres ubica al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI)—, también forma parte de las tácticas de campaña de Morena.
Batres señala que diferenciarse de los políticos y partidos tradicionales, y constituir lo que llama "la única oposición real", es su manera de buscar aliarse con la gente.
"No queremos que nos metan en el mismo saco. No somos lo mismo (...) No queremos la foto con los del PRI. Morena es una fuerza distinta . No queremos hacer política tradicional", insiste.
"Hoy en día, no hay más que dos opciones a la vista: el PRI y sus aliados, por un lado, y Morena, por otro lado. Los demás se fueron con Peña Nieto al Pacto por México: el PRI, el PAN y el PRD", añade en referencia al mecanismo político a través del cual los partidos más grandes negociaron las primeras reformas de Peña Nieto.
Pronóstico reservado
Para los comicios del 7 de junio, cuando se votará en todo el país para renovar la Cámara de Diputados y habrá comicios estatales de gobernador en nueve estados, y para renovar miles de cargos de diputados, alcaldes y jefes delegacionales del Distrito Federal, Batres declina pronosticar cómo les irá, al considerar que no quieren "amarrarse a un determinado porcentaje porque las expectativas de Morena han seguido creciendo, y apenas empezó la campaña formalmente".
Pero, a pesar de la competencia electoral y de los agravios cruzados con sus antiguos aliados en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con quienes rompieron tras la elección de 2012 en protesta por el Pacto de México y como primer paso para impulsar a Morena como nuevo partido, Batres deja un espacio abierto para posibles encuentros.
"Seguramente coincidiremos con todos los que abracen las causas de la población. Nos vamos a encontrar de manera natural con quienes estén del lado del pueblo", dice.