López Obrador y el PRI cruzan acusaciones por Abarca, exalcalde de Iguala
Andrés Manuel López Obrador y el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) sostienen esta semana una nueva confrontación, a raíz de señalamientos que atribuyen al excandidato presidencial de la izquierda haber respaldado en 2012 a José Luis Abarca, exalcalde del municipio guerrerense de Iguala acusado de la desaparición de 43 estudiantes normalistas.
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El enfrentamiento comenzó el domingo pasado, cuando el diario Reforma publicó que en mayo de 2012 el hoy diputado local Óscar Díaz Bello, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), advirtió a López Obrador de los presuntos nexos de Abarca con el crimen organizado, entregándole una carpeta con supuestas pruebas de esos vínculos.
Díaz Bello disputaba con Abarca la candidatura del PRD a la alcaldía de Iguala y afirma que pidió al entonces candidato presidencial que actuara para evitar que la dirigencia del PRD lo nombrara abanderado. Sin embargo, según el legislador, López Obrador lo ignoró.
"No me quiso dar una entrevista", insistió Díaz Bello el lunes en declaraciones a Imagen Radio.
"(Me dijo) que él no podía hacer nada, que ya las cosas estaban así", señaló el legislador.
Tras las elecciones locales de hace dos años, Abarca resultó electo alcalde de Iguala para el periodo 2012-2015. No obstante, el congreso de Guerrero le revocó el cargo recientemente , luego de que se le implicara en la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa ocurrida en su municipio la noche del 26 de septiembre.
La Procuraduría General de la República (PGR) ha señalado al respecto que Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, son operadores del grupo delictivo Guerreros Unidos y autores intelectuales del crimen contra los jóvenes. Según la dependencia, Abarca fue quien ordenó a la policía local "enfrentar" a los alumnos para evitar que hicieran una protesta en un acto público de Pineda.
'Disparos' desde el PRI
Las reacciones a las declaraciones de Díaz Bello surgieron desde el mismo domingo, día en que López Obrador, ya exmilitante del PRD y actual líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), tenía previsto hacer un mitin en el Zócalo del Distrito Federal.
"Aquí aclaro. Nunca en mi vida, como dirigente social, como dirigente político, he establecido relaciones de complicidad con nadie. A mí me pueden acusar mis adversarios de lo que les dé la gana, pero nunca van a poder acusarme de deshonesto ni de incongruente", dijo el excandidato presidencial para deslindarse de Abarca .
"En el caso Iguala no conozco al expresidente municipal prófugo. (...) Durante el tiempo que el señor Abarca fue presidente municipal, fui por lo menos tres veces a Iguala, y hasta dormí en Iguala, y nunca lo vi", insistió frente a sus simpatizantes y periodistas.
Sin embargo, líderes del PRI aprovecharon la situación para criticar al exabanderado de la izquierda, principal rival del presidente Enrique Peña Nieto en los comicios de 2012.
"Aquellos dirigentes y políticos que respaldaron a José Luis Abarca para que fuera el candidato del PRD a la alcaldía de Iguala, Guerrero, no se liberan de su responsabilidad con un deslinde, porque fueron informados de los vínculos que éste tenía con la delincuencia organizada", señaló el coordinador de los senadores priistas, Emilio Gamboa, en un comunicado difundido el domingo.
Un día después, el dirigente nacional del PRI, César Camacho, acusó a López Obrador de haber incurrido en una "omisión cómplice" al no impedir que Abarca fuera candidato del PRD, al tiempo que lo llamó a declarar ante la PGR qué sabe del exalcalde.
"La actitud de Andrés Manuel genera una omisión cómplice y este sospechoso silencio, durante prácticamente un mes, lleva a suponer que hay datos o información en poder de Andrés Manuel López Obrador que podrían llevar al esclarecimiento de los hechos", dijo a medios.
La defensa de Morena
En respuesta, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, Martí Batres, reprobó las declaraciones de Camacho y, en una carta, lo acusó de querer usar el caso para perjudicar a López Obrador y a sus colaboradores.
"Pedir, como usted lo hace, que Andrés Manuel López Obrador sea citado a declarar sobre el tema de José Luis Abarca lo interpreto como un acto de encubrimiento para evitar la ubicación de los verdaderos responsables, o en el mejor de los casos, de desesperación e impotencia por la incapacidad de su gobierno de dar respuestas satisfactorias a los familiares de los 43 jóvenes estudiantes", señala el texto.
"Usted dice que AMLO no actuó contra Abarca aunque le dieron un documento. Pero quien no actuó fue el procurador general de la República, quien tenía facultades y atribuciones para hacerlo", agrega Batres, cuestionando por qué las áreas de inteligencia del gobierno federal no se enteraron antes de las actividades de Abarca o no actuaron para frenarlas.
López Obrador y el PRI sostuvieron numerosas confrontaciones durante y después de las elecciones de 2012, en las que el excandidato acusó a los priistas de "comprar" la contienda.
En aquel entonces, López Obrador fue respaldado por el PRD, pero ahora, dos años después, los líderes perredistas lo llaman a actuar sin "demagogia" y a reconocer que fue advertido de los nexos de Abarca.
A AMLO no le alcanza su "honestidad valiente" para reconocer que sí fue advertido sobre Abarca en Iguala!
@PRDmexico
— Jesús Zambrano (@Jesus_ZambranoG) octubre 27, 2014
El 7 de octubre, el propio dirigente perredista, Carlos Navarrete, ofreció disculpas por el apoyo que el PRD dio a la candidatura de Abarca hace dos años.