Fox gasta su pensión de expresidente en 'frijolitos' y en su fundación
Vicente Fox dijo que usa su pensión de expresidente de la República para comprar "frijolitos" para comer... y que lo demás lo dona a su propia fundación, el Centro Fox, que opera en su rancho familiar en la comunidad de San Cristóbal, en Guanajuato.
El exmandatario federal (2000-2006) afirmó que él y la familia que formó con su esposa, Marta Sahagún, llevan una vida de clase media alta. "Marta y yo, a veces para juntar para la nómina batallamos, los viernes tenemos que echar telefonazos, tenemos que buscar esto", dijo Fox este lunes en una entrevista con la cadena Televisa.
"Yo vivo de mi pensión que me da el gobierno federal, yo la utilizo para comer frijolitos y para comer en la casa de ustedes, y todo lo demás lo dono a la fundación (Centro Fox), y todo lo de la fundación está documentado en Hacienda", detalló.
Los expresidentes de México, como Fox, reciben como pensión el salario de un secretario de Estado —que, para 2014, se fijó en 145,820 pesos—, según un acuerdo presidencial de 1987; además de que tienen asignado personal administrativo y de seguridad a su cargo .
Dos años después de dejar el poder, el expresidente inauguró el Centro Fox, un organismo privado que ofrece cursos sobre liderazgo y políticas púeblicas y que organiza conferencias y eventos de diversa índole, y desde el cual Fox ha buscado promover temas como la despenalización de la marihuana y la participación de la inversión privada en el sector energético mexicano.
Durante la entrevista, Fox aseguró que lleva invertidos en su Centro más de 300 millones de pesos.
"Nuestro gasto corriente es de un millón de dólares (anuales) o un millón de pesos mensuales, somos 28 'changos', incluidos Marta y yo, trabajando (...) y ahora estamos juntando el fondo patrimonial para el futuro, necesitamos juntar 50 millones de dólares en estos próximos cinco años, porque yo digo por ahí que Martita se está poniendo viejita y tu servidor también, y es indispensable que dejemos esa fundación con gasolina suficiente para que camine por siempre", abundó.
¿Qué va a vender en el Centro Fox, mota (marihuana) o gasolina?, lo cuestionó el periodista Carlos Loret de Mola.
“Las dos”, contestó entre risas el también impulsor de la legalización de la producción y consumo de marihuana.
Fox descartó que él o su esposa vuelvan a participar de nuevo en la política electoral mexicana.
Relativamente peñista
El expresidente Fox —quien llegó al cargo apoyado por el Partido Acción Nacional (PAN)— se declaró "relativamente" partidario del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto —militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI)—, y destacó la reforma energética que impulsó.
"Relativamente sí (me considero peñista), porque es cumplidor y está centrado en lo que el país necesita. No podíamos seguir con este fantasma, con este lastre de un monopolio en energía", señaló.
El extitular del Ejecutivo federal anticipó grandes inversiones en el sector energético, principalmente en shale gas, en extracción en aguas profundas y en infraestructura de conducción como gasoductos o carreteras.
Fox añadió que una "nueva generación del PRI" conduce con acierto al país, a pesar del “pésimo historial que traen atrás".
“El presidente Peña está haciendo las cosas correcta y responsablemente, con mucho sentido de responsabilidad”, insistió.
No obstante, Fox acusó al PRI de haber podido aprobar la reforma energética hace 18 años, y a Andrés Manuel López Obrador, líder del Movimiento Regneración Nacional (Morena), de haber bloqueado entonces el proyecto para un nuevo aeropuerto.
Sobre el PAN, el exmandatario consideró que la actual dirigencia, encabezada por Gustavo Madero, "no ha dado el ancho".
"La oposición tiene que ser un balance frente al poder, no todo se tiene que conceder para allá”, criticó.