El gobierno carece de recursos para cumplir sus promesas: ONG
A pesar de la reforma fiscal aprobada en 2013 para aumentar los impuestos, el gobierno federal carece de recursos suficientes para cumplir con las promesas que ha hecho en educación o seguridad social, según un análisis publicado este miércoles por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Para la organización civil, esto se debe a que con todo y los cambios fiscales que entraron en vigor este año, la recaudación ha crecido poco —alrededor de 1.1%— y los ingresos petroleros caerán aproximadamente 8.4%, a causa de una menor producción de crudo.
Lo anterior se refleja en que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2015 sea de 4.6 billones de pesos, es decir, un incremento de apenas 1.2% en términos reales respecto de los 4.4 billones de 2014.
Según el CIEP, esto implica que las autoridades federales cuenten con escasos recursos para emprender nuevas acciones —como las promesas de elevar la cobertura y la calidad en todos los niveles educativos, o de universalizar la seguridad social, por mencionar algunos ejemplos— o que tengan que redistribuirlos entre rubros.
"Tenemos un gobierno que quiere gastar más pero no puede. Todos estos programas que quisiera fondear, de educación, de seguridad social y todo, se tienen que conformar con reclasificación de cuentas. No tienen los recursos para hacer la expansión que se está prometiendo", dijo en rueda de prensa el investigador Héctor Villarreal, director del CIEP.
"El Presupuesto de Egresos termina siendo un juego de suma cero. Cuando hay unos ganadores, forzosamente de algún lado van a tener que haber algunos perdedores", señaló por su parte Sunny Villa Juárez, investigadora del CIEP.
Al respecto, citó como ejemplo el caso del gasto educativo, en el cual el gobierno plantea aumentar en 7% los recursos para la educación básica —un área prioritaria para la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto—, pero al mismo tiempo propone recortar ese porcentaje de fondos a la educación media superior.
También señaló que otra muestra es que la propuesta de Paquete Económico para 2015 no incluye dinero para avanzar en el establecimiento de la seguridad social universal, una de las promesas de campaña del mandatario, ni refleja un incremento significativo en la inversión para infraestructura.
Para Villarreal, la situación ha llevado al gobierno federal a volver a solicitar deuda pública equivalente a 1% del Producto Interno Bruto (PIB), y refleja que la "gran apuesta" de Peña Nieto es esperar los frutos de la reforma energética, que abrió el sector petrolero y eléctrico a la inversión privada nacional y extranjera.
"Pareciera ser que, por el lado de ingresos, la gran apuesta del gobierno, y tiene su lógica, viene por los ingresos petroleros, el Fondo Mexicano del Petróleo y eventualmente que la renta petrolera crezca", dijo el investigador.
"(Sin embargo), los grandes incrementos en los ingresos petroleros no van a ocurrir rápido. Lo más probable es que no le toque verlos a este sexenio", agregó el directivo de este centro de estudios en finanzas públicas.
Peña Nieto, quien el 1 de diciembre cumple dos años en el cargo, defiende la apertura del sector energético argumentando que es necesaria para modernizar la industria e impulsar el crecimiento económico, que el gobierno federal espera que sea de 3.7% del PIB en 2015 y se eleve a entre 5% y 6% para finales de este mandato en 2018.
No obstante, el presidente reconoce que los efectos de esta reforma, así como los de sus otras reformas económicas —laboral, financiera, de competencia y en telecomunicaciones—, no serán rápidos.
En ese contexto, el Congreso mexicano prevé empezar en las próximas semanas la discusión de la primera parte del Paquete Económico, la iniciativa de Ley de Ingresos, la cual debe quedar aprobada por ambas cámaras a más tardar el 31 de octubre.
Para avalar la segunda parte, el PEF del año próximo, la Cámara de Diputados tiene hasta el 15 de noviembre como fecha límite.