5 momentos tensos en la historia de los informes presidenciales
La obligación presidencial de presentar cada año un informe de labores está en la Constitución desde 1917. Desde entonces hasta las últimas décadas del siglo XX, la ceremonia de entrega fue popularmente conocida como el "Día del Presidente": una jornada en la que el mandatario acudía al Congreso y atraía toda la atención pública y generalmente también recibía aplausos por su gestión.
Sin embargo, a partir de 1982, el acto ha tenido al menos cinco momentos de tensión entre el titular del Poder Ejecutivo y los legisladores de oposición, por temas como los resultados de elecciones y el desempeño del gobierno federal en la economía.
Estos episodios dieron lugar a que en 2008 entrara en vigor una reforma que eximió al presidente de la obligación de acudir al Congreso y estableció que solamente tendrá que enviar el informe, una tarea de la que se han hecho cargo los secretarios de Gobernación.
A dos días de que el 1 de septiembre Enrique Peña Nieto entregue el segundo informe de su mandato, te presentamos cuáles fueron los momentos tensos que enfrentaron sus antecesores.
1. "¡No nos volverán a saquear!"
El 1 de septiembre de 1982, José López Portillo acudió al Congreso para presentar el último informe de su gestión, mientras el país vivía problemas económicos que derivaron en la devaluación del peso.
Durante su mensaje ante los legisladores, anunció que emitiría dos decretos para evitar que México perdiera más recursos: uno para nacionalizar los bancos —que fueron privatizados en gobiernos posteriores— y otro para establecer controles en los cambios de divisas.
"Es ahora o nunca. Ya nos saquearon. México no se ha acabado. ¡No nos volverán a saquear!", dijo el mandatario.
Las decisiones de López Portillo fueron criticadas por los empresarios y no consiguieron impulsar la economía del país, que en los años siguientes continuó con devaluaciones e inflación.
Militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), López Portillo gobernó México de 1976 a 1982 y murió en 2004 a los 83 años.
2. "¡Repudio total, al fraude electoral!"
Seis años después, el 1 de septiembre de 1988, fue el sucesor de López Portillo, su correligionario Miguel de la Madrid, quien vivió un momento de tensión ante el Congreso.
En esa fecha, el priista acudió al Palacio Legislativo de San Lázaro para presentar su último informe, pero se enfrentó con protestas del Frente Democrático Nacional (FDN) y del Partido Acción Nacional (PAN) por los resultados de las elecciones presidenciales de julio de 1988.
Para la oposición, el triunfo del priista Carlos Salinas de Gortari sobre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato del FDN, fue producto de un fraude electoral planeado por el gobierno federal. Éste y el PRI negaron ese supuesto plan, que desde entonces es conocido popularmente como "la caída del sistema".
Mientras daba su mensaje en el Congreso, De la Madrid fue interrumpido alrededor de 12 veces, una situación inédita en los informes presidenciales, según las crónicas periodísticas de la época.
"¡Repudio total al fraude electoral!", gritaron desde sus asientos los legisladores de la oposición, entre los que estaban Porfirio Muñoz Ledo, Pablo Gómez y Leonel Godoy, partidarios de Cárdenas.
Cuando la Mesa Directiva les negó la palabra para interpelar al presidente, los izquierdistas salieron del salón.
De la Madrid gobernó México de 1982 a 1988 y murió en abril de 2012 a los 77 años .
3. "Nuevo Congreso"
El 1 de septiembre de 1997, el priista Ernesto Zedillo no sólo acudió al Congreso para presentar su tercer informe de gobierno, sino que inició la primera Legislatura en la que el PRI no tenía la mayoría en la Cámara de Diputados.
Dentro de un ambiente que los legisladores describieron entonces como de "civilidad", Porfirio Muñoz Ledo se convirtió en el primer político de oposición en responder al mensaje presidencial.
Muñoz Ledo era presidente de la Cámara baja y militaba en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fundado sobre la base del FDN; este político de izquierda exigió a Zedillo revisar su política económica y atender temas como el conflicto zapatista en Chiapas.
Después de la ceremonia, Muñoz Ledo dijo a medios que a pesar de las tensiones, "Zedillo sí entendió de lo que se trata en este nuevo Congreso, hay otros que no lo han entendido".
Zedillo gobernó México de 1994 al 2000, tiene 63 años y actualmente es profesor de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
4. El conflicto de 2006
Los resultados de las elecciones volvieron a tener consecuencias en la ceremonia en 2006, cuando el panista Vicente Fox quiso acudir al Congreso a presentar el último informe de su gobierno.
Sin embargo, Fox sólo pudo llegar a la puerta del edificio y entregar ahí el documento a la Mesa Directiva, porque legisladores del PRD habían tomado la tribuna y habían advertido que no le permitirían entrar al salón del pleno, en protesta por sus acciones en el proceso electoral de ese año.
"Ante la actitud de un grupo de legisladores que hace imposible la lectura del mensaje que he preparado para esta ocasión, me retiro del recinto", dijo antes de irse del lugar.
La izquierda acusaba a Fox de haber intervenido en la contienda presidencial para favorecer a su correligionario Felipe Calderón, declarado vencedor por encima de Andrés Manuel López Obrador, por menos de un punto porcentual.
El conflicto posterior a los comicios derivó en protestas en las calles y en que López Obrador desconociera la presidencia de Calderón, a quien tachó de "presidente espurio".
Fox, en tanto, inició entonces una faceta como conferencista y dirige el Centro Fox en Guanajuato. Gobernó México de 2000 a 2006 y actualmente tiene 72 años.
5. La última entrega
La sombra de las polémicas elecciones de 2006 se extendió hasta el 1 de septiembre de 2007, cuando el panista Felipe Calderón acudió al Congreso para presentar su primer informe de gobierno.
Debido a que prevalecía el descontento en la izquierda por los resultados de los comicios, los principales partidos negociaron y acordaron que el mandatario llegara al recinto para entregar el documento, sin que pudiera emitir un mensaje como era habitual .
Calderón estuvo en San Lázaro alrededor de cinco minutos, la última vez que un presidente ha acudido al Congreso para presentar su informe de labores.
Desde 2008, luego de una reforma al formato de la ceremonia, los mandatarios sólo están obligados al enviar el documento, no a asistir en persona. Con este cambio, además, los titulares del Ejecutivo optaron por dar sus mensajes en otras sedes e incluso en días diferentes al de la entrega.
Calderón, abogado de 52 años, gobernó México de 2006 a 2012. Luego de que dejó el cargo, dio clases en Harvard y creó la Fundación Desarrollo Humano Sustentable (FDHS), una organización civil dedicada al análisis de políticas públicas.